La familia ha agradecido la labor de las fuerzas de seguridad pero ha criticado que Abarca estuviera en libertad. | Alejandro Sepúlveda

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La familia de la joven rumana asesinada la semana pasada en Mallorca, Aina Niculai, ha criticado hoy que su presunto asesino, Alejandro de Abarca, que fue detenido ayer, estuviera en libertad gozando del tercer grado penitenciario, lo que ha calificado como un «fracaso» del sistema penal español.

El portavoz de la familia y miembro del bufete de abogados Staubach&Partner, Francisco López Hinojosa, ha leído esta tarde en rueda de prensa, acompañado por el hermano y la pareja de Ana, un comunicado sobre el supuesto asesinato de la joven, quien apareció muerta y maniatada el pasado lunes 19 en un vehículo en llamas.

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Tras varios días de intensa búsqueda, la Guardia Civil detuvo ayer al único sospechoso del asesinato, Alejandro de Abarca, un preso que cumplía por robo una condena en la que se encontraba en tercer grado penitenciario y que debía regresar al centro de reinserción el mismo lunes.

Hinojosa ha criticado que, si bien la búsqueda y detención del sospechoso ha sido «un enorme éxito policial», el hecho de que el hombre, un «delincuente peligroso» y con numerosos antecedentes, estuviera en libertad demuestra que el sistema es un «fracaso».