Los vendedores ambulantes fueron conducidos hasta el polideportivo y allí se procedió a su identificación. | Michel's

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Durante el verano, cada día, alrededor de las 20.00 horas, un gran número de inmigrantes coge el autobús en Palma y se dirige a Magaluf para dedicarse a la venta ambulante, hasta las cinco de la madrugada. En los últimos días ha aumentado la presencia de estos vendedores y la policía ha recibido quejas de diversos comerciantes, especialmente de los dueños de souvenirs que venden los mismos productos que portan los vendedores ambulantes y se ven perjudicados por la competencia desleal.


Los inmigrantes, en su mayor parte de origen senegalés, adquieren los gorros, sombreros, gafas y demás material en almacenes de chinos de Palma y se los llevan a Magaluf. Allí llevan una pequeña parte encima, esconden el resto y a medida que van vendiendo van sacando género de su escondite.


Asimismo, en las últimas fechas, la policía ha detectado que hay cierta tensión entre el colectivo de vendedores ambulantes, ya que se acusan de «invadir» zonas que se supone que tienen repartidas.


Ante la situación, la Policía Local efectuó, en la madrugada de ayer, una gran redada en Magaluf. Los agentes interceptaron a 41 vendedores ambulantes, que fueron conducidos junto al polideportivo. Allí, más discretamente, fueron identificados y se levantaron las actas de intervención de género. Después quedaron en libertad todos excepto uno, que fue detenido por enfrentarse a los policías.