El acusado, en la Audiencia Provincial de Palma ante el tribunal que le juzgó ayer. | Víctor Malagón

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Confesión y abrazo en la Audiencia. Un policía local de Palma de 52 años reconoció ayer ante el Tribunal que le juzgaba que acosó con multas de tráfico a un matrimonio vecino suyo con el que mantenía una disputa. Eso sí, en medio del trámite de la conformidad, el agente tomó la palabra: «Quería pedir disculpas a las personas a las que hice daño y a la institución a la que representaba».

El agente confesó que puso hasta cuatro multas completamente inventadas a vehículos propiedad del matrimonio en el mes de julio de 2008. Una por no respetar una señal de dirección prohibida en la avenida Gabriel Roca, dos por aparcar sobre la acera en las calles Francisco Martí Mora y Cronista Muntaner Lujosa y la otra por dejar el coche en una zona de minusválidos en la calle Francisco Martí Mora. Todas estas multas se produjeron en menos de una semana. Además, excepto una que se puso a las siete y media de la tarde, el resto se firmaron de madrugada. El acusado llegó a firmar las multas con el nombre de otros agentes para camuflar su participación.

Cuando el matrimonio acosado por el policía descubrió las multas en su buzón, recurrió en la comisaría de San Fernando, que inició una investigación interna para esclarecer lo ocurrido. La disputa entre el agente y los vecinos surgió a raíz de un pleito en el que el matrimonio denunció una obra que el policía había hecho en el ático de su vivienda.

Amenazas
Esta construcción fue declarada ilegal por un juzgado, según recuerda el abogado Valeriano Marqués en su escrito de acusación, que representa al matrimonio acosado. Según la acusación particular, además de las multas, se produjo una serie de amenazas por parte del policía hasta el matrimonio.

El agente ha sido condenado a un año y nueve meses de cárcel por un delito continuado de falsedad y a otros tres meses de prisión por coacciones. Además queda inhabilitado durante un año y once meses para actuar como agente policial y no se podrá acercar al matrimonio durante 21 meses. Las dos condenas de cárcel llevan también incorporadas sendas multas. La fiscalía y la acusación particular rebajaron la pena que solicitaban inicialmente, que ascendía a los siete años de cárcel, tras alcanzar un acuerdo con el abogado de la defensa, Jaime Campaner.