Policías y guardias civiles, junto a las hamacas y sombrillas quemadas. | Michel's

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Unos desconocidos quemaron en la madrugada de ayer una treintena de sombrillas y hamacas en la playa de Santa Ponça.
A las cuatro y media de la madrugada de ayer el vigilante que realizaba la ronda por la playa, en la parte que da a la calle Ramón de Moncada, detectó a lo lejos unas grandes llamaradas y desde su teléfono móvil dio aviso a los servicios de emergencia.
Daños
Cuando la Guardia Civil de Palmanova, la Policía Local de Calvià y los bomberos de Santa Ponça llegaron a la playa, se encontraron con que 16 hamacas habían quedado destruidas por las llamas y que ocho hamacas habían corrido idéntica suerte. Además, otras ocho tumbonas resultaron dañadas por el fuego y será muy difícil recuperarlas para la temporada.
Cada sombrilla cuesta 200 euros y las hamacas 80, según informaron en fuentes policiales. Los agentes se desplegaron por la playa y buscaron a los pirómanos, que podrían ser unos turistas irlandeses que fueron vistos en las inmediaciones de la zona quemada poco antes de que se iniciara el siniestro. La búsqueda, sin embargo, fue negativa y no se localizó a los jóvenes sospechosos.