Ledia Casquete y su hermano Hugo Muñoz viven en la discoteca abandonada de Es Fogueró, en Alcúdia. | Alejandro Sepúlveda

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«Es verdad que hace años tuvimos un incidente muy grave con Agustín, pero nosotros no le matamos». Ledia Casquete Moreira y su hermano por parte de madre Hugo Muñoz Moreira viven en la discoteca abandonada de Es Fogueró y fueron las personas que encontraron el cadáver del indigente asesinado. Los investigadores han descubierto que ella fue su pareja sentimental durante un tiempo y que lo denunció por un asunto de menores. Sin embargo, los hermanos sostienen que la relación actual era buena y que 'El Gallego' se cayó accidentalmente por la escalera.

Hugo y Ledia concedieron ayer una entrevista a Ultima Hora, en la que explicaron su relación con el fallecido. «Conocimos a Agustín hace diez años. Él estaba separado y sólo tenía familia en Galicia. Fumaba y bebía mucho, y normalmente no le gustaba demasiado trabajar», contó el varón sudamericano. Su hermana Ledia añadió que ella mantuvo una relación sentimental con él, que se rompió cuando tuvieron un grave incidente por un tema de una menor. Ella presentó denuncia, aunque al final el caso se archivó.

«Lo perdonamos»

No obstante, tiempo después la relación entre los dos hermanos y 'El Gallego' se normalizó: «No somos vengativos y volvimos a ser amigos. Yo incluso monté un restaurante y lo cogí para que me ayudara. El negocio fue mal y al final tuve que cerrar. No somos indigentes, pero tenemos problemas económicos y vivimos en esta discoteca abandonada porque no podemos pagar un alquiler», explicó Ledia.

Fue precisamente en aquellas instalaciones ahora desvencijadas donde el trío volvió a coincidir. «Yo le daba trabajo siempre que me salía algo, teníamos una buena relación» insistió Hugo. En la noche del 17 de junio «entre las once y las doce» los dos hermanos regresaron a la discoteca, con la compra para la cena. «Estábamos riendo sobre quién tenía que hacer la cena y de repente escuché un golpe afuera, en las escaleras. Pensé que era uno de los perros, pero estaba con nosotros, así que era imposible. Me picó la curiosidad femenina y abrí la puerta. Estaba muy oscuro, pero vi un bulto en el rellano de las escaleras».
Ledia se acercó temerosa y descubrió, en la penumbra, que el pastor alemán de «estaba lamiendo algo del suelo». Resulta que era un gran charco de sangre y que el bulto era 'El Gallego', que agonizaba. «Me puse muy nerviosa y llamé a mi hermano. Luego telefoneé al 061 y pedí ayuda. Le intenté reanimar, pero no respondía», añadió.

Después llegaron los equipos de emergencia y confirmaron que Agustín Martínez presentaba un golpe tremendo en la parte superior de la nuca y que había muerto. Lo que en un principio parecía un accidente fortuito cambió con los resultados de la autopsia: 'El Gallego' había sido asesinado.

La investigación se lleva a cabo con hermetismo absoluto, pero los dos hermanos sudamericanos saben que están en el punto de mira: «Nos han interrogado varias veces y dicen que somos sospechosos, pero podemos asegurar que nosotros no matamos a Agustín. Aquella historia de la menor ocurrió hace mucho tiempo, no tiene sentido pensar que es una venganza de ahora. Además, hay mucha gente que sabe que nos llevábamos bien los tres. De hecho, vivíamos bajo el mismo techo».