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En algunos concesionarios de Mallorca, si alguien quería comprarse un coche nuevo y no tenía uno de más de diez años para darlo de baja y poder obtener los 2.000 euros de subvención del Gobierno, no había problema. Los concesionarios ofrecían a los clientes la posibilidad de poner a su nombre un vehículo viejo o de desguace, para seguidamente darlo de baja y así acogerse a las ayudas para la compra de vehículos nuevos, a través del Plan 2000E.

La Guardia Civil, tras meses de investigación, ha descubierto esta trama y ha detenido a dos personas e imputado a otras 17, acusadas de delitos de falsedad en documento oficial y estafa.


Investigación


La Guardia Civil informó ayer de los detalles de la operación. La investigación se inició a finales del año pasado, cuando el destacamento de Tráfico tuvo constancia sobre esta posible práctica ilegal que se estaba realizando en algunos concesionarios de coches de distintas poblaciones de Mallorca.

También se tuvo conocimiento de que una empresa ofrecía sus servicios de forma gratuita para dar de baja vehículos antiguos. Esta empresa se anunciaba en una furgoneta aparcada cada día frente a la Jefatura Provincial de Tráfico, en la calle Manuel Azaña de Palma.

Tras numerosas gestiones se constató que varios concesionarios de coches de Palma, Inca y Manacor, actuaban en connivencia con esta empresa.

Los vehículos que retiraba esta empresa con una grúa eran trasladados después a un centro autorizado de reciclaje, que también estaba al corriente de la actividad.

La agentes sospechan que hay entre 50 y 70 personas que dieron sus coches a esta empresa de desguace para que se procediese a su descontaminación. Después se hizo el cambio de titular de estos coches a personas que querían comprar vehículos nuevos, las cuales los dieron de baja y se beneficiaron del descuento del Plan 2000E

Las personas que entregaron sus coches a la empresa de desguace desconocían que luego se utilizarían para obtener subvenciones. La empresa de desguace les pedía el DNI a los dueños al retirar los vehículos para poder darlos de baja. No obstante se trataba de un engaño para poder falsificar sus firmas a sus espaldas en los expedientes de transferencia de Tráfico, así como en los contratos de compra venta, y también poder alterar los datos en los certificados de baja.