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Asesinato aún sin cabeza. Luis Rodrigo, el ecuatoriano que confesó ser el autor material de la muerte de la ciudadana boliviana Maria, será encausado como autor de un delito de asesinato, según le fue comunicado ayer en los juzgados de Via Alemania. El detenido, que permanece en prisión desde el pasado diez de febrero, compareció ayer en los juzgados de Via Alemania por primera vez ante la jueza que instruye la causa, Piedad Marín, la titular del Juzgado de Instrucción número 4.
El autor confeso de la muerte de María Elena Salcedo sostiene que la muerte fue accidental. Según la versión que dio a la policía y que ratificó el día que pasó a disposición judicial, mantuvo una discusión con la mujer cuando se dirigían en su coche a Campos. A medio camino pararon, ambos salieron del coche y continuaron la pelea; durante la discusión, dio un empujón a la mujer que cayó de espaldas y se desnucó. Entonces él, de acuerdo con su misma versión, optó por coger un hacha del maletero y descuartizó el cadáver.
Sangre
Existen pruebas que contradicen el relato del principal acusado. Así, la policía halló sangre en el domicilio del detenido, lo que implicaría que la muerte se produjo en Palma y junto a la finca de Campos donde apareció el cadáver.
El problema para la investigación es determinar cómo se produjo realmente la muerte de María Elena Salcedo. El pasado diez y once de febrero, el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía encontró en la finca de Campos el tronco y las extremidades de la mujer. Sin embargo, la cabeza y el brazo derecho no han aparecido. El propio detenido advirtió a la policía: «No encontraréis la cabeza».
La falta de estas partes del cuerpo de la mujer impedirá probablemente establecer qué tipo de golpe o herida causó la muerte, dado que no se han encontrado restos de violencia en el resto del cuerpo.
En todo caso, la Fiscalía ha solicitado que sea el cargo de asesinato por el que se instruya la causa contra Luis Rodrigo. El mismo día que éste fue detenido también lo fueron otras cuatro personas, todas ellas de nacionalidad ecuatoriana como encubridores del autor del crimen. Ya en la Jefatura del Cuerpo Nacional de Policía quedó en libertad la mujer de Luis Rodrigo, que no tiene obligación de denunciar a su marido. Ayer la Fiscalía desvinculó a otra mujer de los hechos. Ésta había prestado dinero al imputado, que planeaba huir de España. Sin embargo, parece ser que no conocía más de lo ocurrido. Los que permanecen imputados son una pareja también de nacionalidad ecuatoriana, al igual que el acusado. La causa finalmente será instruida por la vía ordinaria y no a través de un juzgado de violencia de género.