El novio de la madre, entre dos agentes de policía, en los juzgados de Vía Alemania. | Jaume Morey

TW
3

El niño de dos años hospitalizado en Son Dureta por presuntos malos tratos continúa en observación en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), aunque evoluciona favorablemente, según informaron ayer tarde fuentes del centro sanitario palmesano. La madre biológica del pequeño y su novio se encuentran en la cárcel de Palma. Se trata de Eva H.M., de 28 años de edad, y David V.M., de 31, quien cuenta con antecedentes policiales. Ambos pasaron a disposición del juzgado de guardia el sábado y la jueza decretó su ingreso en el centro penitenciario, como presuntos autores de las graves lesiones que presentaba el pequeño.
La pareja llevó al niño al PAC de Son Gotleu el viernes. El diagnóstico del médico fue que el pequeño presentaba un traumatismo craneoencefálico, múltiples hematomas en la cara, herida inciso contusa en el párpado y pie derechos y abrasiones superficiales en el abdomen y glúteos.
La policía fue informada del estado de gravedad en que se encontraba el menor, por lo que se procedió a la detención de la madre y del novio de ésta. El niño fue trasladado a Son Dureta y quedó ingresado en coma en la UCI del área materno infantil del citado hospital. El sábado experimentó una mejoría, dentro de la gravedad, y respiraba por sí solo. Ayer evolucionaba favorablemente, manifestaron desde Son Dureta.
Los investigadores del caso detectaron que el pequeño había sido trasladado en numerosas ocasiones a distintos Puntos de Atención Continuada (PAC) y existen más de 20 partes médicos. La madre y el novio de ella están acusados de infligir presuntos malos tratos de forma continuada al menor, a pesar de que éste cuenta con tan sólo dos años de edad.
En su declaración ante la juez de guardia, la madre biológica del niño y su novio se contradijeron acerca del origen de las lesiones sufridas por el pequeño y se culparon mutuamente. La madre, en su declaración ante la policía, dijo que las frecuentes lesiones se deben a que el niño, muy nervioso según ella, se caía con frecuencia al suelo o en la bañera. También responsabilizó al padre biológico de las mismas, ya que cuando éste recogía al pequeño para pasar con él el fin de semana, lo llevaba al PAC cada vez que descubría una herida.
La juez, ante las contradicciones de la madre y su novio y el grave estado del bebé por presuntos malos tratos, envió a la pareja a prisión.