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«Seguimos trabajando a tope porque queremos intentar avanzar al máximo, estamos bien, muy cansados, pero con mucha faena por delante, nos quedan unos días frenéticos de trabajo y esperamos poder acabar con todo y dejar las cosas preparadas para los siguientes que vengan». Joan Rosselló, el bombero de Palma que se encuentra prestando ayuda en Haití formando parte del equipo de Bomberos sin Fronteras, prevé regresar a Palma este fin de semana. Ayer explicó que continúan trabajando con gran intensidad para ayudar a los damnificados del terremoto.

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Hospital
Rosselló indicó que ayer habían montado la instalación de agua fija para dar suministro a un hospital de Pernier y a los refugiados de los campos que se han montado al lado. Pernier se encuentra a unos 10 kilómetros del casco urbano de Puerto Príncipe.
Esta zona «va recobrando la normalidad poco a poco, aunque en las barriadas más deprimidas y más afectadas por el seísmo el ambiente sigue siendo muy espeso, hay colas para recoger alimentos y hay más de un enfrentamiento para llegar a la comida», manifiesta el bombero de Palma. Rosselló también ha estado colaborando en la instalación de un generador y en el reparto de tiendas de campaña, entre otras actuaciones.