Redada policial a Cala d'Or. | Joan Sitges

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Con puntualidad suiza, la Guardia Civil se desplegó ayer en media Mallorca y asestó un sonado golpe al narcotráfico. La última fase de la Operación Dorado se saldó con 17 detenidos, 24 registros en locales y casas y una importante cantidad de droga intervenida.

El EDOA (Equipo contra la Delincuencia Organizada y Antidroga) llevaba meses estrechando el cerco y ayer, por la mañana, un centenar de agentes de la Policía Judicial y todas las Àreas de Investigación de las distintas Compañías de la Isla irrumpieron en Palma -en concreto en la calle 327 del polígono de Levante-, Cala d'Or, Porto Cristo, Cala Mandía, Cala Egos y Lloseta. El objetivo era desarticular una poderosa red de narcotráfico, cuyos tentáculos se extendían por buena parte de Mallorca. La organización vendía cocaína, hachís, marihuana y otras drogas y la base de operaciones estaba en Cala d'Or. Allí se juntó el grueso del operativo y fue arrestado 'El Holandés', uno de los presuntos 'capos'. Una vez esposado, acompañó a la comisión judicial en los registros en sus bares y en su casa.

Al cierre de esta edición, la operación Dorado seguía abierta y se esperaban nuevas detenciones. Entre los acusados, muchos de ellos de etnia gitana de un conocido clan de Cala d'Or, se encontraba el dueño de un rent a car. Con los detenidos de ayer -17- ya son 47 los arrestados en los últimos meses en las distintas fases de la operación.