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JULIO BASTIDA

A las 09.50 horas de la mañana de ayer, los servicios de emergencia eran alertados de un posible episodio grave de violencia de género. Las primeras llamadas efectuadas a la policía afirmaban que un varón había lanzado a su pareja sentimental desde la ventana de un primer piso.

Rápidamente se personó en el lugar del siniestro varias ambulancias, efectivos de la Direcció General d'Emergències (SEIB-112), dos dotaciones de UII (Unitat d'Intervenció Inmediata) y varios coches patrullas, todos ellos de la Policía Local de Palma.

A su llegada, los facultativos se encontraron a una mujer, de unos 30 años de edad y nacionalidad rumana, tendida en el suelo y dando gritos de dolor ocasionados por la caída.

Los hechos se produjeron en la calle Josep Robert Mota, a la altura del número 6-F, concretamente en el primer piso.

Al parecer y, según las primeras hipótesis de las investigaciones realizadas por los agentes del caso, descartan plenamente que se tratase de un episodio de violencia de género.

Al mismo tiempo, los agentes también puntualizaron que no había indicios de que fuese un intento de suicidio, por consiguiente la causa más probable del siniestro fue un accidente al tratar la víctima de abandonar el domicilio por la ventana.

Ahora, los investigadores del caso, centran sus esfuerzos en tratar de averiguar el motivo por el que la mujer trató de bajar a la calle utilizando la ventana en lugar del conducto habitual. Según varios testigos presenciales de los hechos, la mujer sacó el cuerpo por la ventana, se sujetó a unos cables del tendido eléctrico o telefónico y, por causas que se desconocen, pero que están siendo investigadas se precipitó contra el suelo. El ex compañero sentimental de la víctima fue interrogado por la policía, pero en ningún momento consideraron que tuviera nada que ver con la caída y simplemente prestó declaración como un testigo más de los hechos.