La madre de Marceliz y esposa de Wilmer, en el centro de la foto, estaba rota por el dolor durante el funeral. Foto: IB3

TW
0
JULIO BASTIDA Maria de la Salut despidió ayer a Wilmer y Marceliz, padre e hija, fallecidos el pasado lunes tras intoxicarse en su vivienda con monóxido de carbono. A las 13:30 horas, aproximadamente unas 150 personas se concentraron en la plaza del Ayuntamiento donde se guardó un respetuoso minuto de silencio, roto únicamente por un aplauso de todos los asistentes. En el acto también estuvo presente el alcalde de la localidad, Antoni Mulet y los alumnos de los colegios de Maria de la Salut donde estaba cursando estudios la niña.


Por otra parte, el embajador de Ecuador en la capital de España, Nicolás Obando, transmitió sus condolencias a través del cónsul del país ecuatoriano en Balears, Francisco Contreras. De la misma manera, un portavoz de la embajada de Ecuador matizó que: «Nuestro Gobierno se ha hecho cargo de todos los gastos de la repatriación de los cadáveres. Tenemos constancia que se ha abierto una cuenta corriente que se destinará exclusivamente para cubrir los gastos de desplazamientos de los familiares y sufragar las necesidades de la viuda.

A las ocho de la noche, la iglesia parroquial de Nostra Senyora de la Salut, de Maria, acogió la misa funeral por las almas de las víctimas. Centenares de vecinos quisieron acompañar a la familia. En los próximos días, los cuerpos de Wilmer y de Marceliz serán repatriados a su país, donde recibirán sepultura. La madre, Eufemia Llauna, asistió a la celebración y estuvo en todo momento arropada por sus familiares.