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JAVIER JIMÉNEZ/JOSEP M. AGUILÓ Cuando finalizó el trámite, cuatro agentes del Cuerpo Nacional de Policía le estaban esperando y le comunicaron que quedaba detenido por unos supuestos abusos deshonestos a menores. El ex político del Partido Popular (PP) recibió la noticia con relativo aplomo y siguió a los inspectores hasta la Jefatura de Policía, en la calle Ruiz de Alda, donde quedó recluido en los calabozos del sótano.

La investigación policial, dirigida por la Fiscalía, se inició hace unos meses, poco después de estallar el escándalo De Santos. La familia de un menor denunció supuestos abusos sexuales del ex teniente de alcalde de Cort, pero la denuncia no se formalizó y el caso quedó estancado. Luego llegaron informaciones de otros casos y se estrechó el cerco sobre el antiguo número tres del Ajuntament.

La denuncia definitiva se formuló recientemente y la madre de dos hermanos que ahora tienen 14 y 15 años, y que son vecinos de Palma, le acusó de haberles sometido a abusos sexuales. Los dos menores contaron su experiencia a los investigadores y tras algunas comprobaciones se llegó a la conclusión de que había indicios más que suficientes para detener a Javier Rodrigo de Santos. Según parece, el ex político frecuentaba a algunas familias desestructuradas de es Rafal y otras barriadas y trababa amistad con las madres y los menores, a los que ofrecía ayuda como edil de Cort. Ahora se investiga si alguno de esos niños sufrió algún tipo de abuso.