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JAVIER JIMÉNEZ/PEP MATAS
Un alijo de 23 kilos de hachís que llegó a primera hora de la mañana de ayer al puerto de Palma y cuyo destino último era Manacor fue interceptado por la Guardia Civil, que detuvo a los dos presuntos 'correos'. Se trata de Silvia A.R., de 32 años de edad, y el marroquí Abdellah M., de 24.

De acuerdo con los datos facilitados por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Comandancia de Palma, la pareja embarcó en Barcelona y se dirigió hacia Palma con una maleta cargada con 185 paquetes de hachís, con un peso total de 23 kilos. El magrebí, según parece, le entregó la bolsa a la española, pensando que ella levantaría menos sospechas a su paso por el control de pasajeros. Pero no fue así, y la Guardia Civil receló de Silvia A. y la sometió a un registro, tanto de sus ropas como de sus pertenencias. Cuando apareció la droga también fue arrestado el marroquí, antes de que pudiera huir.

Los dos sospechosos, al igual que la droga, fueron trasladados hasta las dependencias policiales de la calle Ruiz de Alda, donde prestaron declaración. Según parece, no han querido desvelar para quién trabajan. En este sentido, ha trascendido que el alijo debía ser distribuido en Manacor.

Como ya se ha venido informando en este periódico, el tráfico de hachís en la comarca del Llevant de Mallorca está controlado por ciudadanos magrebíes. El pasado año el Grupo de Estupefacientes del CNP detuvo a tres de ellos en Palma, en concreto en Ciudad Jardín, cuando una joven nacida en Manacor y residente en Palma les acababa de hacer entrega de un turismo. La joven acababa de desembarcar del puerto de Palma procedente de Barcelona, con un alijo de hachís oculto en el turismo de alquiler.

Los responsables de la red, que hasta la fecha no han sido nunca detenidos en Mallorca, utilizan siempre mètodos parecidos para introducir el hachís en la Isla, esto es, pagar a una personas sin antecedentes para que haga de 'correo', y que en principio no haga sospechar a la Policía o Guardia Civil.