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La cantidad de cocaína incautada por la policía desde enero hasta agosto -algo más de diez toneladas- triplica la intervenida por este cuerpo durante todo el año pasado, cuando se aprehendieron 3.324 kilos de esta droga. Así se desprende de los datos facilitados ayer por la Dirección General de la Policía, que cifran en 5.989 kilos la cantidad de cocaína incautada en los siete primeros meses del año, a los que hay que sumar los más de 4.000 kilogramos del alijo intervenido en los últimos días en la Comunidad Valenciana y Cataluña.

Con respecto a esta última operación, agentes del Cuerpo Nacional de Policía han desarticulado en Valencia una red de tráfico de estupefacientes que operaba en la costa mediterránea, en una operación en la que se ha incautado de un total de 4.447 kilos de cocaína, que estaban ocultos en 259 cajas de cartón dentro de las cuales había 3.600 bloques de esta sustancia camuflados en latas de sardinas. Como resultado de esta operación se han llevado a cabo cinco detenciones, cuatro en Valencia y una en Barcelona.

La incautación de la droga, procedente de Ecuador y con la que se podrían haber conseguido más de 40 millones de dosis, se produjo el pasado día 13, tras dos registros en dos domicilios, y en unos bajos comerciales de la zona de las «Casitas Rosas» de la Malvarrosa en Valencia, propiedad de una mujer mayor, madre de dos hermanos gerentes de un conocido local de ocio de Valencia capital. La droga entró a España mediante el procedimiento de ocultarla entre mercancía legal, en este caso cajas de sardinas que habrían llegado en un contenedor.

El director general de la Policía señaló que las personas detenidas formaban parte de una red intermedia dedicada al tráfico de estupefacientes «que son aquellas personas que están en contacto con el narcotráfico internacional y que llevan a cabo la venta a menudeo». Así, indicó que «si no se hubiera llevado a cabo esta desarticulación, los paquetes de droga probablemente se habrían repartido por el Méditeráneo». Asimismo, apuntó que la operación se ha realizado «gracias a la colaboración ciudadana» ya que, según indicó, la operación se inició cuando vecinos del polígono industrial de Manises (Valencia) denunciaron a la policía movimientos sospechosos de un turismo y un camión por la forma de actuar de sus conductores.