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La prostitución callejera en zonas de Palma y Platja de Palma se está convirtiendo en una especie de partida de ping-pong. Cuando la policía incrementa su 'acoso' sobre las mujeres en el centro de Palma, por ejemplo, se produce una migración hacia Platja de Palma, y al revés. Pero lejos de solucionarse la problemática va en aumento porque lo que está quedando claro, entre otras cosas, es que no se trata de un problema policial.

Ayer de madrugada los funcionarios de la comisaría de Platja de Palma detuvieron a una treintena de chicas nigerianas a efectos de identificación. Las mujeres fueron sorprendidas por los policías en puntos estratégicos de la zona, donde además de ejercer la prostitución llevan a cabo lo que se conoce como 'la gata'. Esto es que cuando captan a un cliente, generalmente ebrio, se lo llevan a un pinar cercano. Mientras la chica hace una felación, un compinche de la prostituta aprovecha para quitarle la cartera al cliente. Las víctimas suelen ser turistas alemanes que regresan a sus hoteles 'llenos' de alcohol. Después éstos presentan sus quejas a los responsables de los hoteles y las denuncian a la policía, con la salvedad de que les resulta casi imposible poder reconocerlas.

Como siempre ocurre en estos casos la treintena de chicas fueron ayer por la mañana trasladadas a la Jefatura y entregadas a la Brigada de Extranjería y Documentación. Allí se les trata de identificar, mediante huellas a las que no tienen papeles, y se trata de hablar con ellas. Muchas dicen no entender el castellano y aseguran que sólo hablan algún dialecto de Nigeria, con lo que es imposible entenderse. Además, el tema se agrava porque, a nivel general, en la Jefatura no hay todavía ningún intérprete. Así las cosas, si se consigue identificar a la chica se sabe si está inmersa en algún procedimiento penal o si ya se le ha incoado algún procedimiento para su expulsión. De no ser así, y además se certifica que no tiene papeles, el procedimiento se inicia pero mientras tanto se le deja ir.

Cuando llega la ejecución de la expulsión habría que volver a localizar a la chica, si es que todavía está en la Isla. Lo que suele ocurrir en general es que a las chicas que se identifica en Platja de Palma se buscan después otros lugares para la prostitución callejera, que pueden ser calles adyacentes a las Avenidas o cerca del hipódromo. Precisamente este último núcleo de la prostitución será objeto hoy de una manifestación de vecinos, que a partir de las nueve de la noche tienen previsto concentrarse frente a la prisión antigua. Parece claro, pues, que la única solución para evitar más movilizaciones vecinales sería la del 'putódromo' que en ocasiones se ha insinuado por responsables de Cort. Pero la cuestión es dónde se ubicaría.