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Un recluta de 19 años de edad ha denunciado ante la policía de Palma a tres superiores, en concreto tres sargentos, por una paliza que supuestamente le propinaron en unas dependencias de la base General Asensio. Jaime Garcías fue atendido en el Hospital Militar de golpes y contusiones y ahora el Ejército ha abierto una investigación para aclarar los hechos.

El denunciante lleva cinco meses realizando el servicio militar y hasta la fecha no había tenido ningún incidente grave ni con compañeros ni con mandos. El muchacho relató a Ultima Hora que la agresión ocurrió el pasado jueves, sobre las dos y media de la tarde.

«Esa tarde estaba en el patio y un sargento me llamó para que subiera a la Compañía. Me indicó que entrara en un vestuario y cuando lo hice se quedó junto a la puerta, aguantándola. Dentro había otros dos sargentos. Uno era uno de mis mandos habituales y a los otros los conocía de vista», recordó. De acuerdo con la versión del recluta, uno de los superiores se dirigió hacia él y lo asió fuertemente por el cuello, insultándole: «Les dije que lo que hacían era de cobardes y se enfurecieron mucho más. Intenté salir por la fuerza, pero no me dejaron. Me dieron un puñetazo mientras me agarraban las manos y el cuello y durante el forcejeo recibí otros golpes», apuntó.

Jaime Garcías manifestó que en ese momento uno de los sargentos le dijo: «Y ahora qué», y fue entonces cuando se revolvió y consiguió zafarse. «Salí al pasillo gritando, porque estaba muy nervioso. No sabía qué hacer. Había testigos y les grité a los sargentos que fueran tan hombres de pegarme allí, delante de todos». El incidente finalizó cuando un superior se presentó en aquellas dependencias y se interesó por lo ocurrido. El recluta, en un estado de gran agitación, contó lo que le había pasado y el mando lo acompañó hasta el teniente coronel de la Plana Mayor.

Jaime Garcías, a continuación, fue trasladado al Hospital Militar de la calle Oms, donde un facultativo militar le diagnosticó heridas y contusiones en cara y cuello de pronóstico leve. De regreso al cuartel, el recluta quedó arrestado. Sobre el motivo de la paliza, el joven mallorquín mantuvo que «podría tratarse de una represalia porque poco antes había hecho algunas bromas a un novato, pero tampoco estoy seguro si fue por ese motivo».