José Miguel Morón, es jefe de Sección de Cirugía Hepáticobiliar y coordinador del programa de Trasplante Hepático del Hospital Universitario Son Espases; Xavier González, es jefe del Servicio de Cirugía, y Carmen Garrido, coordinadora del Servicio de Aparato Digestivo. Los tres representan a parte del gran equipo humano y profesional que conforma la Unidad de Trasplante Hepático del Hospital Universitario Son Espases. Un servicio que ha sido reconocido con el Siurell de Plata al Valor Científico y Tecnológico por haber permitido una mejor calidad de vida a pacientes y familiares que desde 2021 no tienen que desplazarse hasta la Península para ser intervenidos.
¿Qué supone para el equipo recibir este reconocimiento?
—José Miguel Morón: Lo recibimos con muchísimo orgullo. Después de muchos años de trabajo e insistencia para conseguir para nuestra comunidad un programa de estas características, que se reconozca esta labor de tantísima gente es un auténtico orgullo.
—Xavier González: Es un reconocimiento que agradecemos mucho, han sido más de 15 años trabajando para obtener este servicio en Baleares.
—Carmen Garrido: Es un galardón que recibimos nosotros pero que queremos compartir con todos los profesionales implicados de toda la comunidad, porque sin ellos no sería posible.
¿Cuántas personas intervienen en un trasplante hepático?
—X.G: En cada trasplante se activan más de 30 personas, un equipo multidisciplinar en el que interviene mucha gente entre enfermeras, anestesistas, cirujanos, hepatólogos, UCI…
¿Es una de las intervenciones más complicadas?
—J.M.M: Sin duda
—X.G: Sí, el trasplante de hígado es el trasplante más complicado.
¿Qué porcentaje de éxito tiene un trasplante de hígado?
—X.G: Nos llegan personas con una perspectiva de vida de un año, o menos, que después del trasplante tienen una supervivencia del 85 % a los cinco años.
—C.G: Cualquier paciente que está en fase terminal y que tiene un trasplante con éxito, es un éxito. Cuanto más avanzada está la enfermedad hepática más complejo es el proceso, cuanta más comorbilidad tenga el paciente también aumenta la complejidad. Es increíble ver cómo entran los pacientes con muy baja expectativa de vida y cómo están a los tres meses de la intervención.
¿Cuántos trasplantes de hígado se han realizado desde la puesta en marcha del servicio en 2021?
—J.M.M: Hasta hoy se han realizado 45 trasplantes de hígado en Balears. El programa se va desarrollando de forma progresiva con una velocidad bastante buena. Es nuestro tercer año y ya estamos a pleno rendimiento, gracias al trabajo y el esfuerzo de todos. Este año llevamos 20 trasplantes pero previsiblemente terminaremos con 22 o 23. Tenemos una capacidad de respuesta muy satisfactoria.
¿Cómo ha evolucionado el servicio en estos tres años y que perspectivas de futuro tiene?
—J.M.M: Hemos conseguido avanzar en las indicaciones de trasplantes, avanzar en la obtención de órganos que antes no se consideraban. Esto es sumamente importante porque sin donante no hay trasplante. La donación de órganos es fundamental para que otras personas puedan vivir y en este sentido hay que reconocer que nuestra comunidad tiene un porcentaje de donantes a nivel nacional muy elevado. Hay que reconocérselo a la sociedad, porque mucha gente vive gracias a esta generosidad.
—X.G: El hecho de hacer estos trasplantes en Balears ha motivado también un importante avance en procedimientos y tecnología, incorporando aparataje que no teníamos y que nos permite utilizarlo no sólo en trasplantes sino en otro tipo de pacientes. Ha mejorado la calidad del hospital y nos ha llevado a alcanzar el máximo nivel asistencial.
—C.G: Respecto a las perspectivas de futuro, en breve empezaremos a asumir a los pacientes que se han trasplantado en Barcelona o en otras comunidades hace años. Necesitan un seguimiento de por vida y ahora también podrán ser atendidos aquí y evitar desplazamientos. Hay unos 400 pacientes trasplantados de hígado activos en Balears, algunos de hace 35 años.
¿Cuáles son los principales logros que destacarían desde la puesta en marcha del servicio?
—J.M.M: El proyecto ya surge con un reto importante: ofrecer los mismos resultados que grupos de trasplante con más de 30 años de experiencia. Somos el grupo más joven de España y no por eso nos podíamos permitir ofrecer resultados peores. Nuestra responsabilidad, la de todos los profesionales, fue la de ser capaces de estar preparados, cada uno en su área, para que nuestro cometido fuera tan excelente como el resto de grupos. Ylo hemos conseguido.
—C.G: Otro de los retos es mantener la coordinación con todos los hospitales de la comunidad, una interacción muy estrecha para que los pacientes sean enviados en el momento oportuno y puedan aumentar sus posibilidades de trasplante.
—J.M.M: Aunque el trasplante se haga en Son Espases, es un programa de todos los hospitales de Baleares, sobre todo a nivel de hepatólogos, que participan activamente en poder ofrecer y enviar a nuestro centro a estos pacientes que ellos llevan desde hace mucho tiempo.
Y ¿cuáles son los desafíos actuales en el campo del trasplante hepático?
—J.M.M: Seguir manteniendo un programa de calidad como el que poseemos, ampliar nuestra capacidad para ofrecer un tratamiento definitivo a muchas más enfermedades y que algunos tipos de cánceres puedan optar al trasplante hepático. Poder trasplantar a enfermos con algunos tipos de tumores, o metástasis de hígado, que ahora no tienen opción ni de cirugía, ni de quimioterapia, ni de ningún otro tipo de tratamiento. Es algo que veremos en el futuro y nos da la impresión, que no muy lejos.