El Aljub de Es Baluard Museu d’Art Contemporani data del siglo XVII. Tiene, pues, cerca de 400 años. Por ponerlo en perspectiva, en aquel entonces no existían países como Estados Unidos o, por poner otro ejemplo más pertinente, naciones como Egipto no habían logrado todavía su independencia. Pues esos cuatro siglos no son nada en comparación con la historia del Antiguo Egipto de la que habló este jueves por la tarde la doctora en Arqueología Carmen Pérez Die, quien impartió la última conferencia del Club Ultima Hora - Valores antes del verano con una ponencia sobre la misión arqueológica española de Heracleópolis Magna, al sur de El Cairo, que ha dirigido durante 40 años. La egiptóloga madrileña dio este jueves una lección magistral de todo el conocimiento que no solo atesora, sino que ella misma ha ayudado a descubrir al desenterrarlo de las arenas –no tan áridas– del desierto.
La presidenta del Grup Serra, Carmen Serra, fue quien abrió la velada agradeciendo a la ponente su presencia y al hablar de Heracleópolis como un lugar «donde el tiempo parece haberse detenido». Tras ella, fue la también arqueóloga Margarita Orfila que introdujo a Pérez Die y explicó lo difícil, o mejor dicho imposible, que era formarse en egiptología hace décadas en España. Quien fue pionero fue Martín Almagro, que dio, de hecho, el primer gran paso para que en 1966 se iniciara la primera misión arqueológica española en Egipto, precisamente la que desde 1984 dirigiría Pérez Die.
Carmen Serra, presidenta del Grup Serra. Fotos: T.Ayuga
Orfila, que agradeció a la protagonista precisamente el que ella misma fuera pionera de la egiptología española y uno de los motivos por los cuales «hoy en día uno puede formarse» en España, habló de que los arqueólogos se dividen entre aquellos «con bata y con botas», mientras que Pérez Die las lleva todas puestas.
Y así, sin más dilación, la doctora Pérez Die recogió el testigo. Con sus más de 40 años de experiencia de campo al frente del proyecto de excavación e investigación en el propio Egipto, en el yacimiento de Heracleópolis Magna, actualmente la ciudad de Ihnasya el-Medina ubicada al sur de El Fayum, la conferenciante inició su parlamento deshaciendo uno de esos clichés o mitos que rodean a la arqueología: «Tiene más de ciencia que de aventura». Lo dice alguien que ha entrado en tumbas milenarias, templos derruidos y que se ha adentrado en las arenas del desierto egipcio (que en esta zona es sorprendentemente verde). Quizá tiene un concepto de aventura distinto al resto.
Técnicas
Así, durante alrededor de una hora, la conservadora emérita del Museo Arqueológico Nacional (MAN), institución a la que ha estado vinculada toda su carrera, departió sobre las diferentes técnicas llevadas a cabo para poder conocer mejor el terreno sobre el cual han excavado, «que es enorme», y que incluye tanto prospecciones en superficie como subterráneas, reconocimiento aéreo a través de radares, cámaras satelitales y arqueología del paisaje, así como la innovadora arqueología del fuego. Todo ello permitido por el convenio entre España y Egipto por el cual nuestro país dirige y que ella lidera desde que en el 84 existió el riesgo de perder la oportunidad de continuar con el proyecto. «Cuando nos llamaron para ver si queríamos seguir allí dije que al día siguiente me cogía un avión y me plantaba en Egipto», y así lo hizo.
El público se mostró muy activo durante toda la intervención habiendo muchos asistentes tomando apuntes y haciendo preguntas después. Fotos: T.Ayuga
Desde entonces, Pérez Die, a quien la egiptología le viene de familia (su madre ya era profesora e investigadora universitaria en este campo) ha convivido por temporadas con los propios egipcios de esta ciudad, los heracleopolitanos, a quienes «hemos querido conocer». La experta centró su intervención en dos periodos específicos, uno ubicado del 2160 al 2000 a. C., y otro del 850 a. C. al 650 a. C., lo que supone una distancia de hasta 4.000 años con respecto a nosotros. Si hablamos de las arenas del tiempo, sin duda las de Egipto son de las más longevas.
De estos momentos históricos, Pérez Die se centró en dos necrópolis y el templo de la divinidad local, Heryshef, vinculada a Heracles por los griegos y motivo por el cual la ciudad se llegó a llamar Heracleópolis tras la conquista helena. Para conocer, precisamente, lo máximo posible de los ciudadanos que habitaron este lugar en estos periodos se han rodeado de antropólogos, arqueólogos, climatólogos y hasta bomberos. Incluso han desarrollado listas de alimentos a través del estudio de las tumbas estudiadas, en las que se pintaban la comida que los muertos querían para el más allá.
Precisamente la investigación de estas necrópolis sirvió al equipo de Pérez Die para determinar la procedencia de muchas de las personas enterradas, hijos de faraones la gran mayoría, ya que no hay que olvidar que Heracleópolis fue durante un tiempo la capital de Egipto. En este sentido, de hecho, una de las cosas que destacó fue el descubrimiento de la reina Shebensepdet, no documentada hasta entonces y esposa de Horsiese.
Tras la ponencia de Pérez Die, la arqueóloga se sentó junto a la presentadora y colega, Margarita Orfila, para atender a las preguntas del público que se mostró muy participativo y con ganas de saber más sobre el tema. Fotos: T.Ayuga
Templos
Otro emplazamiento destacado es el templodeHershyef, que se ubica «en el centro mismo del yacimiento», y que está orientado hacia la estrella Canopo, una deidad «con que tiene cuerpo humano y cabeza de carnero».
Tras el repaso a toda la exposición de conocimientos, descubrimientos y hallazgos, entre ellos «la joya de la corona», una tumba saqueada que se halla ahora mismo en proceso de restauración, la académica cerró su intervención con una cita de un texto cuyo cierre no solo fue bello, sino que además no podía ser más apropiado para aquello a lo que ella ha dedicado toda su vida: «Partir del tiempo perdido y llegar a la meta del tiempo recordado», en referencia al desenterramiento de una ruina descontextualizada para poder llegar al conocimiento de toda la historia milenaria que la rodea y que se hallaba escondida o enterrada en la arena, la vegetación o las capas de tierra.
Tras la ovación de un Aljub prácticamente lleno y en el que muchísimas de las personas asistentes no dejaron de tomar apuntes ante la sabiduría de Pérez Die, llegó el turno de preguntas, que arrancó precisamente con una doble en la que se interrogaba sobre si fue abandonada esta ciudad y por qué, algo que despertó el interés de otros asistentes que asentían con la cabeza al escuchar la interrogación. La arqueóloga lo explicó de forma clara: el yacimiento no fue abandonado, sino que el problema en Egipto es que muchas ciudades existen sobre las propias ruinas que las precedieron. Uno de los inconvenientes de ser un lugar y un pueblo milenario.
El público llenó el Aljub de Es Baluard en la última conferencia antes del verano del Club UH - Valores. Fotos: T.Ayuga
El Club Ultima Hora - Valores cerró por todo lo alto su temporada de conferencias antes del verano con la instructiva y exhaustiva conferencia de Carmen Pérez Die, toda una institución y pionera de la egiptología española y que este jueves noche demostró su dominio no solo del terreno en el que se ha desenvuelto durante décadas, sino también su capacidad de ponerse en la piel de los propios heracleopolitanos, para determinar cómo contestaban a las mismas preguntas que nos hacemos nosotros hoy en día, pero con diferentes respuestas, esas que seguirían enterradas si no fuera por su labor.