Carmen Pérez Die, egiptóloga y conservadora emérita del Museo Arqueológico Nacional

Carmen Pérez Die (Madrid, 1953) es sinónimo de una vida dedicada a la egiptología desde el Museo Arqueológico Nacional (MAN), institución de la cual fue su directora general desde 1991 a 1997 y al que ha estado vinculado durante prácticamente toda su carrera, desde 1980. Actualmente es conservadora emérita de esta misma entidad y compagina esa labor con la de dirigir la importante misión arqueológica española en Heracleópolis Magna, al sur de El Cairo, en Egipto. Ha dirigido de manera ininterrumpida dicha expedición que la ha llevado al interior de necrópolis y templos milenarios. El próximo jueves 5 de junio, a las 19.00 horas, la doctora Pérez Die hablará de su trabajo en la conferencia Arqueología en Heracleópolis Magna-Egipto. Un viaje al pasado, organizada por el Club Ultima Hora-Valores en el Aljub de Es Baluard Museu de Palma.

¿Qué va a presentar en su conferencia?
Los trabajos llevados a cabo en Heracleópolis Magna. Se trata de un proyecto de excavación e investigación y hablaré de los resultados de las campañas arqueológicas que hemos hecho. Llevo 40 años dirigiéndolas y trataré de presentar cómo lo hemos abordado y qué hemos descubierto.

Lleva 40 años vinculada a esa excavación, ¿cómo llegó a formar parte del proyecto?
Empezó antes que yo, obviamente. En 1966, con el profesor Almagro. Los egipcios le dieron a España la concesión del yacimiento y excavaron entre el 66 y el 84, pero no continuó. En el 84 yo había sacado la plaza por oposición al MAN y se propuso volver a Egipto porque si no íbamos nos quitaban el proyecto, y no me lo pensé. Solo hemos fallado en todos estos años en dos ocasiones, en 2011 por la Primavera Árabe, y en 2024 porque no tuvimos subvención.

¿Cómo describiría el yacimiento?
Es enorme, uno de los más grandes. La parte en la que estamos es la de los restos faraónicos, y principalmente trabajamos en las necrópolis y el templo. Como es tan grande, queda muchísimo por excavar. Hay tumbas que hemos sacado a la luz y no se conocían. Es un yacimiento que no se visita.

¿Y cómo describiría lo que en los yacimientos se encuentra?
Son manifestaciones del arte y la religiosidad, de las creencias del Antiguo Egipto. Lo más interesante es ver cómo expresaban ellos esta religiosidad, sus concepciones, su idea de la muerte, y se ve a través de los materiales que hemos encontrado: las tumbas, las inscripciones, cómo se llamaban las personas enterradas y sus títulos, etcétera. Hablamos de una necrópolis del 2.000 a. C., otra del 850 al 700 a. C. y el gran templo de Heryshef, el Dios local.

¿Se han topado alguna tumba sellada?
Sellada como tal, no, pero no importa. Es muy difícil de hallar.

La egiptóloga Carmen Pérez Die durante una excavación.

¿De dónde viene su interés por la egiptología?
Viene de muy antiguo. Mi madre era profesora de la Autónoma de Madrid y siempre estuve en contacto con este mundo. De pequeña quería ser esto. Mi vocación fue muy clara desde pequeña y mi madre me decía: si quieres esto, a estudiar. Me di cuenta del esfuerzo que implicaba y luego estuve en el momento exacto y oportuno. Estoy muy contenta con lo que me ha dado la vida en este sentido.

¿Hay algo real en los riesgos de entrar en tumbas egipcias que vemos en el cine (maldiciones, serpientes, escorpiones)?
En 40 años no me ha pasado nada. Hay que tener cuidado si entras en un sitio cerrado, puede haber bichos o el aire puede estar contaminado, pero hay 200 misiones trabajando en Egipto y no conozco a nadie a quien le haya picado nada. Son fantasías.

¿Cree que el pueblo egipcio es consciente del patrimonio que tiene y lo cuidan?
Unos más que otros. Algunos le dan más importancia y creo que cada vez son más. Tenemos un equipo que da clases, enseña metodologías, y en general les formamos porque tienen material muy importante.

A pesar de los milenios de separación, ¿cree que hay conexiones con el Antiguo Egipto y hoy?
No me planteo tanto eso, sino cómo respondían ellos a las mismas preguntas que nos hacemos ahora. Las preguntas son iguales, pero las respuestas diferentes. ¿Hay un dios? ¿Hay vida después de la muerte? Yo entiendo a los egipcios, después de tantos años es normal, y mi labor es transmitirlo para que la gente de hoy lo vea y lo entienda. Si lo sé solo yo no tiene sentido.