La paradoja de Downs-Thomson: El tráfico siempre irá a peor mientras coger el coche sea la opción más rápida, indepentientemente del número de carriles. Si coger el coche es la mejor opción, más gente lo hará, por lo que aumentará el tráfico. Si la respuesta del gobierno es invertir en infraestructura para que conducir siga siendo la mejor opción, seguirá aumentando el número de coches, volviendo a generar tráfico y reduciendo a su vez el soporte del transporte público, lo cual nos lleva de forma inevitable a la dependencia absoluta del coche y a la imposibilidad de escapar del tráfico. Muchos en Mallorca ya estamos en esa situación: Coger el coche es la única opción viable. Somos la comunidad autónoma con más coches por habitante. Hay que reducir el número de conductores, pero potenciar el transporte público no sirve de nada si los autobuses se van a quedar atascados con los demás. Cualquier solución efectiva pasa inevitablemente por incomodar el transporte privado. Llegamos muy tarde, pero todavía estamos a tiempo de arreglar la situación y encaminarnos hacia un futuro mejor donde no tener coche no solo sea viable sino deseable, pero eso requiere hacer un sacrificio y mirar a largo plazo. Ahora tenemos que fastidiarnos porque no hay alternativas, pero si siguen con estas medidas en unos años las habrá. De lo contrario seguirá sin haber alternativas y el tráfico seguirá yendo a peor.
Al 90% dels cotxes només hi va una persona i la majoria per anar a Palma. I tot i que el bus va més ràpid pel VAP, l'adicció al cotxe i l'individualisme per ara es sobreposen. Segurament es necessita temps per reflexionar.