Ultimanente la extrema izquierda en nuestro país se ha especializado en asaltar y vilipendiar las sepulturas de personajes históricos a los que odian por haber derrotado a la asquerosa y criminal ideología comunista que ellos profesan. También quieren asaltar y destruir edificaciones privadas, como ciertos chiringuitos y restaurantes de larga trayectoria que llevan más de 50 o 70 años en pie dando un buen servicio a los ciudadanos, que hasta ahora no se han quejado que se sepa. Ahora van a cargarse como sea una piscina, que por lo visto les molesta mucho a algunos talibanes comunistas, como ese tal Sastre, un radical y peligroso extremista. Si esa misma piscina fuese propiedad de algún famoso periodista de izquierdas, nada de esto estaría pasando, porque siendo de los suyos, nadie se habría metido a fastidiarlo.
Ya se habrá caído de vieja