Mirad el caso de Plácido Domingo. Una figura universal en la ópera que lleva décadas en la élite y paseando el nombre de España por todo el Mundo. Una mujer random le acusa de intentar ligar con ella cuando eran compañeros de trabajo y los femi-social-comunistas-bolivarianos le ponen la cruz y ya no le dejan ni actuar en los teatros españoles que controlan las administraciones públicas gobernadas por los rojos y las feministas. A Nadal le podría pasar igual. Cualquier mujer random le puede acusar de algo, aunque sea falso o muy difícil de probar, y le hacen la cruz. Por eso yo soy partidario de poner nombre de flores, árboles y cosas inanimadas a las calles, plazas e instalaciones públicas. Pero hay que plantar ya caro a estos totalitarios y totalitarias. Yo le pondría de nombre Rafa Nadal y recuperaría el nombre del generalísimo Franco para las plazas de Mallorca que ya tenían ese nombre.
A los lugares hay que ponerle nombre de lugares y a las personas nombre de personas. El aeropuerto ya tiene nombre. Por un calentón mediático no tenemos que hacer el ridículo.