En un país en el que la élite de la intelectualidad, dígase Mario Vargas Llosa, o teorizantes -que no practicantes- de la moral, ven como normal la tortura y crueldad ejercida sobre un noble animal en las corridas de toros, no es de extrañar que las personas más abyectas y miserables de nuestra sociedad cometan semejantes atrocidades como ésta.
Analizando esta situación, se da a entender que si son capaces de matar a un animal como es un perro (benditos animales). Lo son también de hacer lo mismo con un ser humano, por lo que la pena debe ser lo suficientemente importante y con el máximo rigor como para que se den cuenta de lo hecho.
Ojalá les toque un juez que sienta amor y pasión por los animales. Estas personas no tienen corazon, son lo peor de lo peor. Que asco de gentuza
Si, pero al que mató a su caballo, a los 10 días ya estaba en la calle. Asi no vamos de ninguna manera.
Los individuos que hacen estas cosas son peligrosos para todos por que, no se trata de que hayan matado a un animal, se trata de que son psicópatas. Quien no siente compasión por un ser vivo y no le importa dejarlo morir de una manera tan horrible, no le importa ni con los de su especie. Sus familias y su entorno no lo saben pero cualquier día pueden ir un poco más alla en su sadismo
esto va pasar mucho. el capricho del humano como los caballos y demás mascotas. el humano da verdadero asco. se cojen animales para presumir o para llenar vidas vacias luego pasa esto.
Yo en lugar de poner la foto de la perra hubiese puesto la de estos dos sinvergüenzas.
Hay que proteger a los animales y reeducar a los hombres
Sí, y luego van y los sueltan, como pasó con el que mató a palos a un caballo hace pocos días. Lo condenan y luego lo sueltan sin cumplir NADA. Asco de justicia. Hay que endurecer las penas y que se cumplana ÍNTEGRAS. ¿O es que la vida de los animales no cuentan?. Pues cuentan tanto como la nuestra, porque ¿con qué derecho nos atribuímos más valor a nuestra vida en este Planeta?.
Teorizantes de la moral como Fernando Savater, que no sólo aprueba sino que justifica esa tortura de las corridas de toros en nombre de una moral que sólo él parece entender. Tantos años estudiando para llegar a semejante insensatez. ¡Pobres los estudiantes que caigan en sus manos!