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Se llama Enrique Ferriol Ferrer, nació el 18 de septiembre de 1934 y fue entregado el 28 de octubre del mismo año siendo un bebé en la Casa de la Infancia, en la calle de los Olmos, en Palma.

El pequeño fue acogido por una religiosa, Sor Clemencia Bofil, ya fallecida y que posteriormente se convirtió en su madrina. El bebé fue entregado envuelto en una camisa de hombre con un pequeño letrero que decía: «El niño tiene que llamarse Enrique».

Antonia Guillermo Gual, es la esposa de Enrique. Tiene 77 años y es vecina de Palma. Acude a los medios de comunicación para hacer un llamamiento. «Mi marido fue abandonado cuando era un bebé. No nos queremos morir sin, al menos, tener la certeza de que hemos hecho todo lo posible para reencontrarnos con sus familiares. Sabemos que sus padres están fallecidos, pero tenemos noticias que Enrique tiene varios hermanos, sobrinos, primos y otros familiares. No buscamos dinero. Nuestra vida está resuelta. Tenemos unos hijos maravillosos y, afortunadamente todos disponen de buenos trabajos. Sólo quiero que mi marido pueda ver a su familia», añade.

Enrique Ferriol, tras pasar una temporada en la Casa de la Infancia fue entregado dos años a una mujer para que lo amamantase. Después, fue dado en adopción a una familia de Binissalem donde permaneció junto a ellos hasta cumplir los 20 años de edad.

«Los apellidos de Enrique no se corresponden con los de sus familiares, es por ese motivo que quien pueda identificarlo por las fechas y las fotografías se pongan en contacto con nosotros. Entendemos que a lo mejor su familia no quiera publicidad, es por ese motivo que si es así rogamos que se pongan en contacto con nosotros y nos lo hagan saber. Nuestro teléfono es 971-474249», concluye.