El párroc de la localidad, Pere Fiol, benidjo a los animales llegados de toda la isla. | mp

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Los animales se adueñaron ayer del municipio de Muro durante el transcurso de las tradicionales beneïdes de Sant Antoni. Caballos, ovejas, perros, periquitos e incluso águilas reales llegaron de todos los rincones de la Isla de Mallorca para la cita con su patrón. Los más pequeños, ataviados con el traje tradicional, llevaron a sus mascotas a bendecir por el sacerdote de la localidad, Pere Fiol.


A la cita, tampoco faltaron los gegants del pueblo, Toni y Joan, quienes dieron la bienvenida a las autoridades, entre las que destacaban el alcalde de Inca, Pere Rotger; el alcalde de Selva, Joan Rotger, y el conseller d'Esports i Joventut, Mateu Cañellas, entre otros que acompañaron a las autoridades locales encabezadas por el primer edil de la localidad, Martí Fornés.


Después de las beneïdes, el protagonismo de la tarde se centró en la veintena de carrozas que desfilaron hasta la plaça de Muro. La nota reivindicativa la pusieron los jóvenes de la localidad, quienes se pasearon con una carroza elaborada con elementos reutilizables para concienciar del reciclaje. Por otra parte, en la categoría tradicional, la recreación de la plaça dels Abeuradors y el mercado de antaño fueron aplaudidas entre el público asistente. La originalidad llegó también con la carroza dedicada a la Torre Eiffel y la comparsa de parisinos de un tiempo. Dedicada al arco iris, el color llegó con este carroza y sus participantes.