Distintas imágenes de la hoja de reclamaciones, los pasajeros en la sala de espera y la pantalla que indica el retraso del vuelo. | Seve Nuñez

La otra noche me disponía a regresar de Madrid a Palma con vuelo de Norwegian, este traía cuatro horas de retraso. El personal de tierra se escondía entre puertas de cristal para no dar explicaciones y no dijeron el motivo del retraso. Basta ya que nos traten como quieran y que sean impunes.