Fotografía tomada el pasado lunes día 29 de enero en la Plaça de la Mercé de Palma, sobre las 12 del mediodía. En ella se puede percibir claramente una responsabilidad irresponsable por parte de la administración local, en esta caso por parte del Ajuntament de Palma, que una vez más, ante su inoperancia, prima el interés particular ante el interés general. La mencionada placita en pleno centro de la ciudad está permanentemente ocupada por todo tipo de artilugios al servicio e interés de dos cafeterías, una de ellas cerrada desde hace algún tiempo, pero con su marquesina y jardineras ocupando todavía el vital espacio del ciudadano. A la derecha se puede observar otra instalación similar de otro establecimiento, con marquesina, sombrillas, estufas, y otros artilugios al servicio del restaurador. Por si ello no fuera suficiente, una mala interpretación de lo que debería ser el transporte sostenible, instala un aparcamiento para bicicletas en el espacio destinado al peatón, espacio vital para el ciudadano, y no en el espacio destinado al automóvil contaminante (en la misma calle de acceso a la plaza hay espacios suficiente para ello, a no más de 15 metros). Por último, resulta perverso el uso que dos empresas al servicio de la ciudadanía hacen del espacio público, un vehículo de una compañía postal y otro vehículo de una empresa municipal estacionados dentro del perímetro de la plaza. Muy ejemplarizante para el resto de la sociedad. Sabemos que la gestión conservadora a alimentado este mal. Esperemos que la gestión progresista acabe con él, aunque el crédito y la paciencia se agota, esperando prometidas ordenanzas y obviando el cumplimiento de las actuales.