Al pie de las escaleras de acceso a la Catedral de Palma desde la muralla, firme de arena. Ahí estacionan dos galeras de caballos, caballos que orinan y defecan, mezclándose sus excrementos con la arena. Justo al lado, a menos de 5 metros, hay un parque infantil. El olor es nauseabundo por la dificultad de la limpieza del firme al ser de arena, con peligro de TÉTANOS para los niños que juegan en el parque. Galeras sí, pero con higiene y limpieza. El olor al principio de la cuesta de la calle Conquistador y alrededores es repugnante. Son necesarios mayor higiene y control.