Cuando se inauguró el Paseo del Ferrocarril de Manacor, nos sentíamos orgullosos de lo “bien que había quedado” y lo bonito que estaba para poder pasear junto a las palmeras. ¡Inclusive se rebautizó como “la avenida del colesterol”. Hoy mismo se tendría que volver a rebautizar como “la avenida de la mierda de perro” por la cantidad de excrementos caninos que más parecen termiteros africanos por su volumen. También por “la avenida de los hedores” por lo nauseabundo que resulta pasear por este lugar con las papeleras llenas de mierda. No estaría demás el que alguien se dignase en limpiar un poco este lugar. Aunque el ayuntamiento no piense así, muchos manacorines no veraneamos en Porto Cristo.