‘Mallorca al centre’

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El mismo título que el del libro recientemente publicado por Josep Melià Ques. Hace unas semanas asistí a su presentación. Lo hizo Miquel Serra. Con su forma estoica de escribir y hablar, versó de manera precisa, pedagógica y huyendo de las adulaciones, pero sintetizando el mensaje del autor. Lo hizo construyendo a partir de conceptos simples la sinopsis del relato. El autor tomó la palabra con su amabilidad y cortesía habitual. Se disculpó por la incomodidad de los que nos quedamos de pie, ya que la sala se abarrotó de público. No eran los cortesanos comunes de un líder político. Allí estaba una representación de los intelectuales, profesionales, pocos políticos... pero que ilustraban el corazón del mallorquinismo político. De manera humilde y con lenguaje preciso, relató su visión de las últimas décadas de lo acontecido políticamente en esta tierra. Huyó de mentarse como sujeto trascendente, pero no lo consiguió. Ha tenido una enorme importancia en la historia política mallorquina reciente. No había resentimiento, ni el menor atisbo de ajuste de cuentas. Su análisis brillante era en realidad su testamento político. Se constataba su generosidad. Siempre antepone el proyecto, incluso por encima de sus intereses. Versó también sobre la fuente donde ha mamado su ideario. Su padre es su referente. Lo enuncia siempre desde una veneración que va más allá de lo filial. Conocí a su progenitor cuando era yo un adolescente inquieto. Era un intelectual brillante. Escribía con una facilidad pasmosa. Tengo dos libros dedicados que guardo con afecto. Le transmitió su ADN de mallorquinismo. Le aconsejó del modus operandi de la política. Un gran maestro para cualquier discípulo. Pep lo interiorizó y lo ha llevado a la práctica en su enorme aportación. Si analizamos su mensaje, vemos una matriz de convicción en lo referente a la necesidad de un espacio político que represente la defensa de nuestro patrimonio cultural y de valores autóctono. Sabe que los partidos de ámbito estatal no sólo no nos protegen de manera adecuada, sino que además son grandes desconocedores de nuestra alma como pueblo. Como abogado experto en urbanismo, conoce las aberraciones que se han cometido tomando decisiones desde Madrid por desconocer nuestra realidad. Habló del déficit de financiación, de la pérdida de valores por una superpoblación manifiesta. Diseccionó con pasión, pero de forma objetiva, el peligro real de esta tierra si no tiene un proyecto político que actúa a modo de factor de corrección del nacionalismo españolista. Es un liberal convencido, moderado pero intransigente en la corrupción y los profesionales de la política que no trabajan para el bienestar común y solo buscan colmar su vanidad. Su libro, que aconsejo, le define. Cualquier proyecto de este perfil le necesita. Su ilustración es imprescindible.