Manuel Aguilera
Manuel Aguilera

Periodista y Doctor en historia

Uribarri, el republicano que abandonó la Isla

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La derrota republicana en la Batalla de Mallorca comenzó una semana antes con el enfrentamiento entre los dos líderes del desembarco: los capitanes Alberto Bayo y Manuel Uribarri. El primero venía de Barcelona y obedecía a la Generalitat de Catalunya; el segundo de Valencia y respondía ante el Gobierno central. Juntos conquistaron Ibiza el 9 de agosto de 1936 y el triunfalismo degeneró en una lucha de egos que terminó con la retirada de los mil milicianos valencianos. Con ellos el destino de Mallorca habría sido muy diferente.

Manuel Uribarri Barutell era de Burjassot e hijo de un prestigioso general veterano de Marruecos. Cuando comenzó la guerra, tenía 40 años y servía como capitán de la Guardia Civil en Valencia. Como masón afiliado al PSOE, su compromiso con la República de izquierdas estaba fuera de toda duda y, tras quedar controlado todo el levante español, comenzó a organizar una expedición hacia Baleares porque «Valencia necesitaba las armas de aquella plaza y por el deber de ayudar al pueblo hermano». Según su versión, fue Bayo quien se apuntó a su empresa y no al revés: «Un militar español, aventurero de mala ley, al que yo no conocía, me rogó por teléfono incorporarse a nuestra expedición. Yo ignoraba sus pésimos antecedentes y acepté porque me gustó la idea de que fuéramos catalanes y valencianos juntos en aquella solemnidad histórica».

Parece que los problemas aparecieron con los desmanes de algunos milicianos en Ibiza. Bayo y Uribarri se acusaron mutuamente y el primero quiso dar un golpe de autoridad como único jefe de la expedición. Uribarri decidió entonces marcharse con un telegrama demoledor: «El capitán Bayo, jefe de la expedición catalana que ha cooperado con la valenciana a mis órdenes en la ocupación de Ibiza, a pretexto de ser más antiguo que yo [tenía cuatro años más], se ha erigido en único jefe y ha publicado un bando en que dice que ha tomado la isla en nombre del gobierno de la Generalidad, lo cual no es cierto, pues yo he venido con autorización directa del Gobierno de la República. Observo tendencias a supremacía catalana sospechosa de querer incorporar estas islas al estatuto de Cataluña, lo cual Valencia no habría de tolerar».

Uribarri volvió a Valencia y dejó a la expedición sin mil hombres que podrían haber desbordado al enemigo. Veinte días después, Bayo se retiraría derrotado de Mallorca. Los milicianos valencianos formaron entonces la Columna Uribarri, también llamada ‘Fantasma’, que sería también derrotada en Extremadura. En 1938 fue ascendido a teniente coronel y jefe del temido servicio de espionaje republicano SIM. Poco después desertó a Francia y Azaña le acusó de robo.

El historiador Massot i Muntaner dice que todas las empresas de Uribarri acabaron en un «completo fracaso». En cambio, su biógrafo, José Lendoiro, destaca su «valencianismo» y que «se enfrentó al comunismo estalinista».

En el exilio mexicano de 1957 daría la vuelta a la tortilla y, al hablar de nuevo de la Batalla de Mallorca, acusaría a Bayo de faltar a la hermandad entre valencianos, catalanes y baleares: «Así pagan los españoles todo el esfuerzo que pusieron los Países de Lengua Catalana para ganar la guerra».

Murió en México en 1962 con solo 66 años. Cinco después lo haría Bayo en Cuba.