Antonio Papell
Antonio Papell

Periodista

Trump no cumple su 5 %

TW
0

Los países de la OTAN han complacido al intemperante Trump poniendo por escrito el compromiso del 5 %, aunque España ha negado que esté pensando siquiera en alcanzar tal magnitud, tesis que discretamente han defendido también otros países –Canadá entre ellos– porque lo importante en la cumbre de La Haya era preservar la integridad de la Alianza. Con Ucrania en llamas, Israel en pleno genocidio y la guerra contra Irán iniciada, Europa no sabría qué hacer si Washington se desentendiera de sus compromisos.

En España, toda la izquierda y buena parte del resto del espectro han estado de acuerdo con Sánchez, quien ha detenido el disparate de pasar de un presupuesto anual de Defensa máximo de 33.000 millones de euros a 80.000 millones. Y varias naciones comparten con España la tesis de que la evaluación de la contribución a la OTAN ha de hacerse midiendo las capacidades de cada país y no el porcentaje del PIB.

Trump tampoco debe estar lejos de este criterio cuando las cifras americanas son las que son. Seth G. Jones explicaba este domingo en el conservador Wall Street Journal que La Casa Blanca ha propuesto un presupuesto de defensa de 892.600 millones de dólares para el año fiscal 2026, lo que representa un recorte en términos reales respecto al año anterior. Si el proyecto de la Administración Trump saliera adelante, dejaría a EEUU con un presupuesto de defensa de tan solo el 2,65 % del PIB para 2029. Es una pintoresca ironía que, en estas condiciones, Trump exija a sus socios un esfuerzo del 5 %.

Estos datos darían la razón a la derecha republicana, que sostiene con afectada alarma que los Estados Unidos se están desarmando. Según el WSJ, «La administración Trump necesita aumentar el gasto en defensa al 4 % o 5 % del PIB. Los aliados de Estados Unidos en la OTAN se han comprometido a aumentar su gasto militar en defensa al 5 % de su ingreso nacional para 2035. Ahora le toca a Washington hacer lo mismo». O no. Probablemente, lo que haya que hacer es reconstruir la OTAN con criterios globales, economizando en lo prescindible y tecnificando cuanto sea susceptible de abaratarse. Aunque es dudoso que un personaje como Trump pueda ser capaz de las sutilezas que se necesitarían para recorrer ese camino razonable.