Miquel Alzamora
Miquel Alzamora

Periodista de Deportes

Me llamaron ‘bro’

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Un día de estos me acerqué a la pista de canastas de Son Moix para meter un par de tiros de tres y botar un poco la pelota sin ninguna pretensión más que la de hacer algo de deporte sin agotarme en exceso. Un grupo de adolescentes jugaban a futbito cerca, lo que ahora vienen a llamar fútbol sala huyendo de sus orígenes, como si molestara o se avergonzaran de ello, pero ha sido, es y será futbito. Pues eso, jugaban a futbito y uno se lesionó por lo que quedaron cinco contra cuatro. Al verme bastante poco motivado con eso del baloncesto me indicaron si quería unirme a ellos para sustituir al compañero dolorido. Les dije que yo ya venía lesionado de base, con el menisco medio roto y un pinzamiento en la espalda además de triplicarles en la edad y tener que jugar con gafas por mi pronunciada miopía.

Me dijeron que no pasaba nada, que era un ‘amistoso’ y engrosé las filas de uno de los dos equipos. Les indiqué que me quedaría atrás y que daría un par de pasos adelante de vez en cuando como el Kaiser Beckenbauer. No sabían de quién les hablaba. Empezamos a jugar y nada más tener la pelota se me acercó uno de mis nuevos compañeros ofreciéndose y diciéndome: «Pásamela, bro». Hice lo que me pidió. El chaval condujo hasta la portería contraria y otro del equipo gritó, «aquí, bro, aquí».

Resulta que todos los de mi equipo se llamaban bro, incluido yo. Pero lo más sorprendente es que los del otro equipo, todos ellos, también se llamaban, bro. Éramos un equipo de ‘bros’. Me explicaron que es un diminutivo de brother (hermano) y que ya es algo institucionalizado. Me despedí de mis nuevos ‘bros’ medio roto y sin poder hablar. No sé si será una moda pasajera o no, pero me temo que estas tonterías han venido para quedarse, bro.