El abismo de la sostenibilidad

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Es una preocupación para las personas informadas el peligro del planeta si continuamos en su destrucción. Pero me quiero centrar en lo que ocurre en la Isla. Esta semana, en este diario, hemos visto como se le dedicaba un editorial y un magnífico artículo de Nekane Domblás. Se refería al impacto sobre sanidad y educación. Ilustraba con datos demoledores dónde estamos y cómo nos dirigimos a un colapso. Hace poco conversaba con altas autoridades de esta comunidad sobre ello. Obviamente, no debí expresarme adecuadamente porque no les interesó en absoluto. Creo que les incomodó. No están acostumbrados a la reflexión constructiva si conlleva enseñarlas sus errores. Se han acostumbrado demasiado pronto a los aduladores. La sostenibilidad solo puede contemplarse desde un concepto integral. La comisión Brundtland de ONU la define como «satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las necesidades propias de las futuras generaciones». En la Universidad de Al-Farabi se hace un estudio con el modelo integral preciso. Coincido con analistas que opinan que estamos en la década de la acción. Es triste porque observo nuestra incapacidad para abordar cualquier tema trascendente. O toman el camino de sacarle rédito en el márketing. Esto lo manejan las grandes corporaciones. Crean eslóganes para sus marcas, pero en el fondo siguen impulsando lo contrario. En lo político lo ponen bajo la custodia de la maldita ideología. Esta es como un cáncer donde la célula maligna invade y crece por encima de la sana. El dogma, la ideología y el márketing destruyen cualquier posibilidad de análisis riguroso y con visas de aportar soluciones. El trípode sobre el que se asienta el concepto de sostenibilidad es la economía, lo social y el medio ambiente. En Mallorca, la economía basada en el crecimiento sin rigor ni límites nos lleva a un deterioro alarmante en lo social. Por lo que se refiere a lo medioambiental, no han entendido que tenemos recursos finitos y que abusar del descontrol en consumo de recursos naturales a la vez que el deterioro de nuestras aguas, la contaminación incluso subterránea de nuestras tierras nos conduce a la tragedia. Estamos ante el abismo, a un paso del suicidio sostenible. Necesitamos que los dirigentes lo entiendan y dialoguen sobre ello. O que dejen a la sociedad civil que les conduzca y asesore. Tenemos una UIB que puede y debe pilotarlo. Crear tres áreas multidisciplinares de trabajo a partir del trípode que comenté. Invitar a las corporaciones importantes, Fundaciones rigurosas, etc. Si estamos en la acción, vayamos a por ello. El crecimiento social promovido por una economía de servicios, abandonando las demás. Con la especulación, el cortoplacismo y la fala de habilitar leyes y controles imprescindibles no esta llevando al desastre.