Un Papa agustino

Jaime VázquezPalma08/05/25 21:12Actualizado el 09/05 10:01

Un Papa de consenso. Los cardenales no tardaron ni veinticuatro horas en elegir al nuevo pontífice de la Iglesia católica, el cardenal Prevost. Más rápido hubiese sido casi imposible. Va a ser cierto eso de que detrás de la elección papal está la intervención del Espíritu Santo y que su presencia se ha hecho notar en el cónclave a la hora de poner de acuerdo a los cardenales en un tiempo récord.

El fraile agustino Robert Francis Prevost Martínez es el nuevo Papa de la Iglesia católica. Nació en Chicago pero, como su nombre completo evidencia, de raíces italianas y francesas por parte de padre y española por parte de madre. Como fraile misionero pasó media vida en Perú. Fue formador, superior y prior General de la Orden de San Agustín. Asesoró al Papa Francisco en numerosas ocasiones. Ahora, no solo es su sucesor sino también seguidor de su legado. Aunque nervioso pero seguro, en su presentación en la Plaza de San Pedro utilizó la palaba paz en trece ocasiones.

León XIV es un Papa joven, no llega a los 70 años, está por debajo de la media de edad cardenalicia. Es fraile religioso, como lo era Francisco. Proviene del continente americano, nacido en el norte y vivido en el sur. Es misionero, dice soñar y añorar su diócesis peruana. Trabaja por la paz, la concordia y el diálogo, siguiendo la Regla y Constituciones de San Agustín. Cree en todas las igualdades, las que se logran haciendo puentes a través del diálogo. Proclama la justicia con letras mayúsculas, la que promueve el mensaje de Jesús. Defiende la paz mundial, una paz desarmada y desarmante (sic). Es mariano, como promueve la espiritualidad agustiniana. Y se ha puesto el nombre de León en honor al Papa que promovió la Doctrina Social de la Iglesia y la abrió a los pobres y al mundo moderno. El cardenal Prevost ya es León XIV. Pronto nos vamos a acostumbrar a escuchar este nombre. Pronto nos vamos a familiarizar con su imagen. Sus primeras palabras apuntan maneras y avecinan un sólido pontificado. Tengo la impresión de que, si el nombramiento de un nuevo pontífice es un gran paso para la Iglesia, la elección del Papa León XIV será un gran salto para la humanidad.