Cosas en precario equilibrio

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Todo cuanto existe y buena parte de lo que no existe es cuestión de equilibrios, y todo equilibrio, como su nombre indica, es inestable y precario. Mandan ahí las leyes de Newton, que son drásticas y despiadadas, pero también las del capitalismo, más despiadadas aún, que determinan que cuando algo se desequilibra se vuelve a equilibrar de inmediato, pero entonces lo que se equilibra ya es otra cosa. Un nuevo equilibrio que también será precario. Pero hoy no vamos a hablar de generalidades, leyes del equilibrio que lo mismo operan en el precio de las cosas, las decisiones de un Gobierno o la configuración de las galaxias; la verdad es que las generalidades nos aburren bastante, cuando no nos traen por la calle de la amargura.

¡Generalidades! No, hoy sólo me referiré a cosas comunes y corrientes, muy normales, y que sin embargo hace mucho que están en equilibrio precario, oscilando entre el ser y nada, como por ejemplo la prensa de papel o las pensiones. O la Seguridad Social, o las salas de cine, o los cigarrillos. O el bien y el mal, equilibrio precario donde los haya. Cosas así, de toda la vida, que damos por seguras cuando lo único seguro son precisamente las jodidas leyes del equilibrio. La realidad se desequilibra a diario, y cuando se vuelve a equilibrar no es la misma. Falta esto o lo otro, razón por la que el 78 % de los ensayos, las noticias y buena parte de las ficciones literarias, consisten en destacar cómo eran antes las cosas y cómo son ahora. Gran tema.

A menudo anticipándose a la pérdida del equilibrio, porque llevamos décadas pronosticando que las pensiones, la Seguridad Social y los periódicos de papel están ya tan desequilibrados que se mantienen de milagro. Y para qué salas de cine si la gente ya lleva el cine en el bolsillo, o en la mano con la que agarra el móvil como si fuese su alma. Un día estas cosas desaparecerán, y la realidad se equilibrará de otra manera. Sí, da miedo pensarlo. Pero lo peor no es que las cosas en equilibrio precario aquí mencionadas sucumban por la acción de fuerzas contrarias, lo peor son las que ni se me ha ocurrido mencionar. Puesto que todo está en equilibrio. Los precios, la razón, los derechos, las galaxias.