Alienación aristocrática

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LAS RESPUESTAS de Podemos y Més per Mallorca a la petición del Govern del PP que la Aena del Gobierno del PSOE y Sumar cierre la llave de los aeropuertos insulares para frenar el crecimiento del número de visitantes previsto para este verano, dejan ver que el juego táctico se ha enseñoreado de todo el debate político sobre el turismo. No son sólo los conservadores y los socialistas los que así se comportan sino también los demás, que se supone que deberían ser las opciones de recambio político. Una vez más se comprueba que no hay alternativas.

LOS DE Podemos critican al PP, como es de obligado cumplimiento, para acto seguido pasar al ataque contra el Gobierno del PSOE y Sumar por no cerrar la llave aeroportuaria balear ante el alud turístico, alineándose para ello con la petición del Govern de Marga Prohens. No están en el Ejecutivo de Pedro Sánchez, como se sabe, así que tienen barra libre. No pasaba igual cuando ocuparon sillas ministeriales. Que entonces, durante cuatro años, no se acordaron nunca de tal reivindicación.

Ni siquiera lo hizo su delegación baleárica que gozó de despachos del Govern entre 2015 y 2023. Es obvio cómo se explica su sincera preocupación actual: a bastonazos contra Sumar por la supervivencia a la izquierda del PSOE, todo les vale para intentar erosionar a los de Yo Díaz. Los de Més, por su lado, vuelven a salir en auxilio del PSOE, presentando sus medidas contra la saturación que nunca pusieron en práctica en sus ocho años de poder, atacando -también ellos, como es preceptivo- al PP a la vez que elevan el tiro hacia una «cogestión aeroportuaria» para no herir al PSOE por lo de Aena y los saturados aeropuertos isleños, una forma de ofrecerle la mano para que se suba a la petición que todos llevan como poco treinta años exigiendo y que saben que seguirán demandando en las próximas décadas. A los partidos no les preocupa demostrar su incoherencia pues creen que no les afectará en las urnas.

RESOLVER el problema no es su objetivo, sino usarlo como ariete contra los demás. Es lo que les interesa en su burbuja de alienación aristocrática.