El gafe paranoico y el escapista

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Una erupción volcánica que casi hace desaparecer la Isla de La Palma, en la que aún siguen damnificados viviendo en contenedores; una nevada bíblica como la Filomena, que produjo un caos en la movilidad; una pandemia como la de la Covid, de la que nos quedamos por conocer cuantos miles de muertos cayeron bajo su guadaña, y que se agravó por tardar en implantar las medidas preventivas, para que pudiera celebrarse el 8-M; la dana de Valencia, en la que, por cálculo político, tampoco quiso el Gobierno asumir la dirección, exigida por su gravedad, y esperó a que se cociera Mazón en su torpeza, causa por la que mucha gente murió.

Y, por último, el ‘Apagón’, la mayor catástrofe de esta naturaleza, con la consecuencia de varios muertos, cuantiosas pérdidas económicas y el cartel colgado al cuello con el letrero de país no fiable, como algunos países caribeños. No hay duda de que Sánchez se ha ganado el título de gafe merecidamente.

Pero él, además de gafe, es un paranoico y un escapista. Cuando ocurren estas tragedias lo primero que busca es un falso culpable a quien endiñarle el muerto. La erupción volcánica a los vulcanistas por no avisar con tiempo; en la Filomena, al alcalde de Madrid por negligente; en la Covid, todavía está llamado asesina a Ayuso por los viejecitos de las residencias; en la dana crucificó a Mazón y en el apagón, las codiciosas empresas privadas del ramo. Todas son mentiras indecentes.
En este último caso, los técnicos afirman que Corredor, en su premura por darle satisfacción a Él, en su paranoia de demonizar las nucleares y poner las renovables como protagonistas, (además de para conservar ese medio millón de euros que cobra), empleó éstas por encima de lo aconsejable e hizo saltar los plomos del sistema.

Después de la tragedia, Él se presenta como el arcángel San Gabriel, enviado de Dios para remediar los males producidos por los magnates de las privadas y por los bulos fachosféricos. Y para que se aclare la causa del desaguisado eléctrico, ha nombrado una comisión ad hoc con el objetivo de enfriar el caso y, después, amañar las conclusiones para hacerlas coincidir con su mentira inicial. ¿Por qué no lo investiga la Justicia y sabríamos con exactitud lo ocurrido?