La energía no tiene ideología

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Mis conocimientos en materia de energía eléctrica están poco menos que a nivel a cero. Por eso no me atrevería nunca a escribir sobre el tema sin contar con el asesoramiento de la persona que, sin lugar a dudas, es la más entendida y con mayor experiencia del orbe balear, uno de los ingenieros más reputados de España en el tema, hoy en la reserva activa. En los peores momentos del apagón, cuando en la península Ibérica, Andorra y el sur de Francia reinaba el más absoluto caos, MJ me proporcionó la primera información coherente y bien fundamentada de lo que estaba pasando.
En el momento de caída de todo el sistema, apunta MJ, la producción eléctrica rondaba los 25.000 megawatios.

A partir de ese instante Red Eléctrica Española, que es el operador del sistema eléctrico nacional y cuya directora, Beatriz Corredor, cobra un sueldo anual –sin contar dietas– de 546.000 euros brutos, no da ningún tipo de información veraz sobre lo ocurrido. A las 23.00 horas comparece Pedro Sánchez, cariacontecido pero más chulo que un ocho, apuntando sin querer y sin saber, la causa del apagón. Asegura no desconocer por qué le han «desaparecido» 15.000 megawatios del consumo que se tenía a las 12.30 horas del fatídico lunes. (En las escuelas franquistas, vade retro, nos enseñaron aquello de que «la energía no se crea ni de destruye, solo se transforma», pero, vamos, eso debe ser harina de otro costal). Lo que realmente se produjo fue la pérdida –que no es lo mismo que la desaparición– de 15.000 megawatios y, consecuentemente, el sistema eléctrico se cayó.

Los entendidos saben que, realmente, lo ocurrido se debe a una mala gestión –por razones puramente ideológicas y de «quedar bien con la extrema izquierda que sostiene a Sánchez en el poder– de REE. Su fe izquierdista en la bondad de las energías renovables –cuya capacidad es la que es y que, en un momento dado, no se puede aumentar– les llevó al desastre.

Respecto a Balears, ahora se ve el disparate que puso en marcha Francina Armengol con el desmantelamiento de es Murterar. La central ubicada entre sa Pobla y Alcúdia fue la que nos salvó de un apagón que hubiese durado más de doce horas, causando un desastre sin precedentes en las Islas. Nuestras Islas, pese a que el 28-A se salvaron, son muy vulnerables en materia de energía eléctrica. En consecuencia, lo dice MJ, no deberíamos fiar nuestra seguridad energética a cuestiones políticas e ideológicas.