El poder de la lectura

Pasada la resaca de Sant Jordi llega el momento de empezar a pensar en leer los libros que se compraron en ese día en el que parece que se batieron todos los récords de ventas. Para los próximos años estaría bien encontrar un sistema que en lugar de calcular los libros más vendidos –no nos quejemos, esto es una cuestión de industria y vive mucha gente de esas ventas– calcule los libros más leídos. O mejor dicho, los libros mejor leídos. En unos momentos en los que tenemos una grave crisis de comprensión lectora es una gran noticia que se vendan más libros, puesto que se presupone que todos leeremos más, pero debemos preguntarnos ¿qué hacemos y cómo lo hacemos para que todos leamos mejor? Pero no solo libros, sino contratos, enunciados matemáticos, anuncios, ofertas laborales, hipotecas o programas electorales. Para que no nos engañen, para poder ser más libres. Ese es el poder de la lectura.