Miquel Alzamora
Miquel Alzamora

Periodista de Deportes

El primero de la mañana

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Este viernes 2 de mayo se cumplirán 27 años de la muerte del periodista Antonio Herrero. Falleció en 1998 mientras practicaba submarinismo en aguas de Marbella. Los más veteranos de una generación algo por encima y algo por debajo de la mía le recordarán seguro. Los más jóvenes no saben prácticamente nada de él porque cuando las voces se apagan y pasan casi tres décadas el recuerdo y las referencias también de cada vez son más tenues, más desenfocadas y sobre todo se pierde el sentido de lo que representó en su día una opinión como la suya.

Pero muchos de ustedes, lectores de esta pecadora columna, seguro que le recuerdan de sus tiempos en Antena 3 Radio o años después en la Cadena Cope. Su programa, El primero de la mañana, lo empezó a presentar con apenas 30 años. Es increíble cómo siendo tan joven se convirtió en un fenómeno de masas y cómo su programa se situó líder de audiencia superando a otros ilustres del dial. Yo con 30 años aprendí a mascar chicle y a caminar a la vez. Esos años de Herrero fueron los del GAL, los años de los secuestros de ETA, de los asesinatos terroristas, del felipismo, de la llegada de Aznar… fueron décadas tan intensas o más que las que vivimos ahora con el desastre socialista y la deriva que ha tomado el país.

El mensaje de Antonio Herrero en su último programa en Antena 3 Radio a finales de junio de 1992 una vez consumado el antenicidio fueron unas palabras que para él suponían todos sus principios profesionales. «Las acciones y las empresas pueden comprarse, los hombres no». En la Cope mantuvo su línea y un fatal accidente nos privó de una voz que habría puesto en su sitio a los desastrosos políticos que desde hace años han venido a servirse en lugar de servir al país.