Gemma Marchena
Gemma Marchena

Periodista especializada en municipal (Palma)

Gru y los villanos

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Como noticia de interés público, me veo en la obligación de informar de que la película Gru 4 ya está en las plataformas. Es el plan perfecto para el domingo por la tarde. Durante la última década he cumplido con mis deberes maternales (la verdad es que no me avergüenzo) y he visto todas las películas del jefe de los minions. En estas cuatro películas, a la que se suma la película en solitario de los bichos amarillos, ha pasado una galería gloriosa de malos malísimos: desde el cuarentón vestido de chándal retro naranja con aires de emprendedor a bordo de una start up al nostálgico de los ochenta con un look al estilo del Michael Jackson más desatado que baila mientras suena la canción de Superdetective en Hollywood.

Pues bien, toda esta imaginación villana ha quedado en nada con la irrupción de Donald Trump y su secuaz Elon Musk, que se ha encomendado en la tarea de despedir miles de funcionarios federales sin ton ni son, como si se tratase de un trágico sorteo. Y lo hace acompañado de una cohorte de frikis veinteañeros con título de ingeniero que tienen las trazas de atolondrados minions.

No es divertido, sin embargo. Trump, que ahora está entretenido con una purga en las Fuerzas del Estado Mayor, se ha mostrado como un cínico en la negociación del tratado de paz de la guerra de Rusia y Ucrania, para desgracia de estos últimos. Esta semana en Estados Unidos una niña de doce años de origen latinoamericano se ha suicidado, acosada por sus compañeros de clase, que la amenazaban con la deportación. Eso no hay guionista de Gru que pueda imaginarlo. Vienen tiempos lamentables de los que nos tendremos que avergonzar.