Alejandro Macià
Alejandro Macià

Comunicador

Trampantojo

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abulia

Del gr. aboulía.

1. f. Pasividad, desinterés, falta de voluntad.

Seguramente estas líneas y mis pataletas no tengan ningún efecto, ni influyan en mejoras; será un manifiesto estéril, sin consecuencias; pero no por ello conseguirá silenciar una protesta más a nuestros políticos, a sus extrañas praxis y decisiones poco ambiciosas en referencia a la mejor situación de los ciudadanos, sus votantes. ¿Solo a mí me lo parece o los actuales kioscos son expendedores de café para llevar, faltos de encanto, además de escasos en prensa?

Desde nuestro impredecible Ajuntament les pareció adecuado abrir unos bares en las céntricas plazas, donde se ubican los puestos diseñados con el fin de ofrecer prensa. Un torpe toque de pincel para aparentar reformas y neveras de marcas de refrescos, cafetera semiprofesional; por lo menos la de gama más sencilla y un desangelado expositor de prensa; lo más comercial y sin rastro de publicaciones técnicas o especializadas. Imagino la recomendación de la autoridad pertinente «mientras haya algo de prensa local, tú pon lo que quieras» con alguna carcajada sirviendo de cierre. Disponer de prensa, salvo por el importe del deposito para recibir las revistas y diarios, son un buen negocio al permitir la devolución de los ejemplares sin vender, con el retorno de su coste; una perfecta tapadera a estos dispensadores de helados y refrigerios.

Cort auspicia algunos nuevos bares, en ubicaciones más que privilegiadas, que cuentan con un tránsito muy generoso de residentes y turistas. Seguro que estos últimos sean el objetivo final de los propietarios; puede que por ellos se este planeando ubicar en los cutre tenderetes unos ATM, cajeros automáticos especialmente dirigido a cruceristas y guiris. Y lo más sorprendente de todo es la connivencia de los restauradores de la ciudad y en modo especial los cercanos a los emplazamientos, que no protestan intentando no molestar o pretendiendo no despertar reproches administrativos, pese a la competencia desleal que suponen dichos vendedores de bebidas a paseantes.

Como apunté al comienzo de este escrito, de estos renglones, mis arengas se difuminarán en el tiempo, sin eco ni influencia; ya se sabe que los empresarios culpables y las autoridades responsables son creyentes de lo de ande yo caliente y ríase la gente.