Infraviviendas

Los cálculos más optimistas apuntan a 5.000 personas malviviendo en Palma. Caravanas, chabolas, garajes, almacenes e incluso coches son el único modo que tienen miles y miles de ciudadanos de subsistir en Mallorca. La situación es tan dramática que cada vez es más urgente habilitar viviendas a precios asequibles. Es vergonzoso y miserable cobrar hasta 700 euros por una habitación y lo es más que, por un apartamento con un dormitorio y un pequeño salón, se pidan 1.500 euros de alquiler, según la zona, lo que le convierte irremediablemente en un piso patera, en el que se hacinan hasta seis personas. ¿Las caravanas? Son una alternativa que no debe perseguirse y sí habilitar un lugar con los servicios básicos en el que puedan estacionar. ¿En qué se han quedado las promesas? ¿Y la construcción de inmuebles de promoción pública? ¿Cuál es la solución? Los hay que quieren prohibir la venta de casas a extranjeros, algo inviable e inconstitucional; otros, increíblemente, piden la salida de trabajadores de la Isla. Pues no, es el momento de dejarse de demagogias y empezar a actuar.