Miguel Ángel Borrás
Miguel Ángel Borrás

Exconseller de Mallorca cofundador de UM

Sobre la política de los jueces y otros poderes

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No pertenezco a ningún partido mayoritario, pero es justo resaltar que, recientemente, el Sr. Patxi López (PSOE) ha puesto sobre la mesa unos nuevos planteamientos que intenta acotar esa displicencia de algunos jueces así como el ejercicio de un control sobre los difundidores de bulos y fake news. Algunos jueces, valiéndose de su condición de imparciales, actúan con despreciable acoso y derribo contra los que no piensan como ellos, utilizando con laxitud la interpretación de la ley que debería ser igual para todos, empleando en sus declaraciones y actuaciones informaciones publicadas en la prensa escrita y digital, así como a la ‘información’ de los ‘asesores’ y jefes de Gabinete de forma alarmante para los ciudadanos de a pie.

Tanto es así, que esos ‘asesores’ y jefes de Gabinete se permiten iniciar la bola de nieve, que va haciéndose más grande cuando es reproducida por sus afines, publicando sus reacciones por toda España hasta que llega a algunos denunciantes y que permiten a algunos jueces abrir causas basándose tan solo en esta información interesada.

Estoy en contra de la corrupción y de los falsos informes judiciales, como cuando se dijo que el solar de Can Domenge en Palma valía 60 millones de euros por la ‘valoración’ de un señor, que incluso compró a inspectores de Hacienda y que al final de un tortuoso periplo, se terminó vendiendo por 7 millones. ¿Alguien ha pedido disculpas? ¡No! Y que el Consell de Mallorca se quedó con los 30 millones que el propio Consell pedía, no queriéndolo recomprar para que la ciudadanía ganase más, és clar que no, porque no valía esos 60 millones que se ‘usaron’ para condenar. ¿Alguien ha pedido disculpas? ¡No!

Este solo es un caso, pero hay muchos más en toda España. Algunos jueces bien colocados dicen que solo opinan sobre la verdad escrita y demostrable, aunque esta sea producto de falsas interpretaciones, reproducibles hasta la saciedad por los medios afines para derribar al contrario, cuando este contrario para esos jueces no debería existir, pues deberían ser todos, imparciales , sin asociaciones ni grupos de presión y así aceptan los acuerdos judiciales de los fiscales como si fueran la verdad.

El Sr. Núñez Feijóo y la Sra. Díaz Ayuso con sus asesores afines, jefes de Gabinete etc. lanzan dardos envenenados contra los que intentan que nuestra democracia se adapte a la realidad de nuestro tiempo, al haber surgido un cambio de escalas en el ejercicio del poder. A saber, en 1978, el poder estaba así: 1º el político, 2º el judicial, 3º el mediático, 4º el económico, en cambio ahora esa correlación ha cambiado, pasando a ser 1º el económico, 2º el mediático, 3º el judicial y el político en el cuarto puesto.

Algo se tiene que hacer para volver al equilibrio de poderes del 78, las propuestas de Patxi López pueden ser buenas propuestas, y se justifica tan solo con el caso Alvise que no hubiese tenido que ocurrir en democracia con +- 800.000 votos europeos, basado en las mentiras y fake news. Esta actitud de cada vez más generalizada hace tambalear la democracia, así como también los ‘comentarios’ sobre otros temas del Sr. Rodríguez y las denuncias de Manos Limpias, de otros grupos de presión no precisamente democráticos, cuando además algunas de sus interesadas denuncias han ‘caído’ por el camino, pero mientras han dado mucho juego económico, fascista y antidemocrático.

Claro está que las propuestas del Sr. Patxi López no son firmes pero son un buen inicio para los que quieren defender la democracia ante fascistas, derechones y grupos de presión que comparan el Gobierno español con Maduro y su dictadura. ¡Que poca vergüenza tienen! El tal Rodríguez, es un artista de la distorsión informativa, de la difusión de falsas noticias, incluso defendiendo con el dinero público a particulares, aunque sean defraudadores reconocidos de Hacienda. Quizás habría que aplicarle a él su ‘famoso’ eslogan y pedirle «¡Márchese Sr. Rodríguez!»

Por lo menos hay una propuesta sobre la mesa que merece ser estudiada y apoyada si es útil para la democracia. ¿Serán capaces de alcanzar un pacto de Estado para conseguir el bien de todos los ciudadanos?

Endevant i fora por!