Manuel Aguilera
Manuel Aguilera

Periodista y Doctor en historia

En busca del miliciano Josep Serra

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La cima de Son Corb es un mirador natural de la costa de Llevant. Por un lado, se contempla la península de Punta n’Amer rodeada de un azul infinito. Por el otro, los verdes campos de Pula y el pueblo de Son Servera. La mañana del 3 de septiembre de 1936, un joven miliciano catalán, Josep Serra, ocupaba aquella cresta con la orden de resistir. Apuntó con su fusil hacia los árboles de Pula porque allí se desplegaba el enemigo. A las siete de la mañana, sufrieron un ataque combinado de dos columnas con apoyo de artillería y aviación. Aguantaron unas horas, pero acabó cundiendo el pánico. Los milicianos abandonaron la posición tras sufrir numerosas bajas. Josep estaba entre los caídos. Su cuerpo sigue todavía desaparecido.

Josep Serra Riera, alias Pepitu, era de Barcelona y tenía solo 19 años cuando comenzó la guerra. Sus padres eran aparceros de la finca de la Budellera, a la sombra del Tibidabo, y él estudió en el colegio La Salle Bonanova en una plaza reservada a niños sin recursos. Después, se dedicó a montar aires acondicionados. Cuentan que podría haber montado el primero en un cine de Barcelona, el Publi-Cinema del Paseo de Gracia. Tenía una hermana pequeña que murió de una mala caída y un hermano mayor que militaba en la federación catalana del PSOE, la cual se integró después en el partido comunista PSUC.

Según el historiador Gonzalo Berger, Josep se alistó en la Columna Espartaco, formada por militares y unos 200 militantes del PSUC. Partió el 20 de agosto de 1936 del puerto de Barcelona y se desplegó en Mallorca. Todo indica que combatió en el sector de Son Carrió, justo en el centro del campo de batalla. Según su ficha de miliciano, desapareció el 3 de septiembre. Ese día, el único enfrentamiento que hubo fue en la montaña de Son Corb. Por eso, es muy posible que muriera defendiendo aquella cima.

La Generalitat lo registró como ‘desaparecido’ y su familia no volvió a saber de él. Su hermano mayor, Jaume, sirvió de comisario político en el ejército republicano, se exilió a Francia y colaboró con la resistencia francesa. Después volvió a España y sufrió ocho años de cárcel. Sobrevivió a la dictadura y en 1979 fue elegido concejal de Urbanismo en el Masnou (Barcelona) por el PSUC.

El sobrino del miliciano Josep se llama Xavier Serra y también ha militado siempre en la izquierda. Estuvo primero en el PSUC y llegó a presidente de Iniciativa per Catalunya en la comarca del Maresme. Actualmente es el juez de paz del Masnou. Sobre su tío, explica: «La familia no tuvo nunca más noticias de él. Solo que le daban como desaparecido en combate. El conjunto de sucesos fue una tragedia. Habían perdido primero a la hija en un accidente y después al hijo pequeño en la guerra».

La Generalitat de Catalunya ya le ha contactado para recoger su ADN y cotejarlo con los cuerpos encontrados hasta ahora en Mallorca. Mientras, el Govern balear continúa abriendo posibles fosas en la zona de la playa de sa Coma, en Sant Llorenç des Cardassar, en busca del miliciano Josep Serra y unos 400 combatientes más. Su nombre está en el Mur de la Memòria del cementerio de Palma y en la web del Memorial Democràtic de la Generalitat.