Torres Blasco
Torres Blasco

Periodista especializado en política

Hasta cuándo se puede decir feliz año

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Llevamos 16 días, que este viernes serán 17, con el 2025 en marcha y la gente que se saluda por la calle sigue diciéndose feliz año. ¿Hasta cuando hay que desearse feliz año? Esa es una pregunta recurrente, propia de estas fechas. Pues hasta el último minuto, hasta que están a punto de sonar esas campanadas que marcan en el final del año y el inicio del otro. Igual, en eso que se llama tiempo de descuento, ocurra, (o te ocurra) algo que haga cambiar la percepción de un año que, hasta entonces, te ha parecido negativo. Es lo que tiene el paso del tiempo, que se puede estirar o encoger como una goma. El tiempo convencional y el tuyo no siempre es el mismo. Digamos que esa es la respuesta larga y de carácter general. La respuesta corta a la pregunta de hasta cuándo hay bula para desearse feliz año es que hasta el 20 de enero si vives en Palma. El 20 de enero se celebra Sant Sebastià, que es el patrón de la ciudad, y se entiende que es a partir de entonces cuando el reloj del año empieza a contar. Relojes. El otro día escribía Ignacio Echevarría un delicioso artículo en el semanario El Cultural que titulaba ‘El tiempo inventado’ y en el que recordaba que fecharlo todo era relativamente reciente y que la mayoría de personas no sabían en la Edad Media ni en el Renacimiento cuándo habían nacido ni en que año vivían. Y se guiaban por la última sequía, el último incendio o la última guerra. Y que en España, hace menos de un siglo, un buen número de personas ignoraba su edad. Y recomendaba un libro de Jünger, El libro del reloj de arena (donde dice el filósofo alemán que el invento del reloj de cuerda en el siglo XIV fue más revolucionario que el de la máquina de vapor, la imprenta o la pólvora), para concluir que hoy nos habíamos vuelto esclavos y prisioneros del tiempo. Y, lógicamente, concluía su artículo deseando feliz año nuevo. Asomándose al tiempo.