TW
1

La frase del título la leí en alguna parte sin poder recordar dónde y estaba atribuida a Bill Clinton, el expresidente de EEUU. En un principio me hizo gracia y la retuve en la memoria por lo de catalán y viniendo de un personaje tan lejano como Clinton. Si la frase ciertamente viene de él, lógicamente me enorgullece porque oponiendo dos extremos me resulta muy gratificante que considere mi linaje como el opuesto al peor. Es decir, que, para él, el pueblo catalán es el que reúne las características opuestas a los talibanes, que ciertamente pueden ser considerados lo peor de lo peor. Dejando aparte la certeza de la afirmación hecha por Clinton, bajo mi punto de vista me resulta muy difícil aceptar que el mundo en su totalidad llegue a ser nunca ni totalmente ejemplar ni totalmente envilecido. Porque la experiencia histórica nos dice que la humanidad siempre encuentra una válvula para detener tanto la benignidad paralizante como la maldad desintegradora.

Humanamente resulta muy difícil suponer que el mundo pueda permanecer abocado permanentemente en un foso de maldad profunda tipo talibán. Si esto llagase a consumarse, siempre existiría alguna posibilidad que de manera individual o colectiva se rememorasen las grandezas humanas históricas que evidentemente en una situación de parálisis creativa total no serían realizables; pero que sí serían deseables por la parte de la humanidad que le quedase un mínimo de clarividencia. De no ocurrir ninguna posibilidad de renacimiento, solamente puede vislumbrase una desintegración tan profunda que inexorablemente llevaría a la finitud de la humanidad.

Esta posibilidad dudo que pueda llegar a darse por el enorme sentido de supervivencia del ser humano. Además, aunque ahora estemos en una época muy terrible, bastantes humanos, aunque no sean mayoría, sienten la creatividad de forma tan perentoria como la necesidad alimenticia. Tampoco soy capaz de ver que una gran mayoría de la humanidad pueda llegar a un punto de lucidez generalizada que convierta a esta mayoría en un bálsamo social que persiga la creatividad y la sociabilidad como factores primigenios. Respetando además la sociabilidad entre las diferentes creatividades y que esa sociedad pueda desarrollarse indefinidamente. Porque si hay algo que desde siempre me ha admirado del comportamiento humano es que mirándolo en perspectiva, se tiene la impresión que el conflicto social no es considerado como algo negativo en sí mismo, sino que en muchos casos se ve como imprescindible para alcanzar mayores cotas de sociabilidad mediante la acordanza de parámetros sociales superiores.