Este pasado mes de septiembre ha sido objeto de debate en los plenos del Consell de Mallorca y del Ajuntament de Santa Maria la especulación urbanística del PSOE con los terrenos de sa Voltadora -Ca n’Andria-.
Las críticas de todos los partidos se han centrado exclusivamente en el pelotazo que los socialistas pretenden llevar a cabo con la venta de un solar que no le ha costado ni un euro. En el año 36 muchos santamariers, cierto que la mayoría de la Agrupación Socialista del pueblo, pero también el Ajuntament y otros donantes, pusieron dinero para su adquisición y posterior construcción de un velódromo; tras la Guerra Civil fue requisado por los sindicatos franquistas y finalmente pasó a formar parte del patrimonio del Estado.
En el 2006, un consejo de ministros del PSOE acordó ‘restituir’ al PSOE ese terreno, en lugar de cederlo a los santamariers; del patrimonio de todos pasó a formar parte del activo de un partido. Actualmente está a la venta por 500.000 euros. Un negocio redondo.
El alcalde de Santa Maria, Nicolau Canyelles -Més-, quiere comprarlos con un ‘descuento’, por 350.000 euros, es decir, pretende que los santamariers lo paguen dos veces. En el 36 y en 2024. Dice que es una oportunidad que no puede dejar escapar. En fin…
La verdad es que si es posible el pelotazo es por la mala gestión de todos los alcaldes que ha tenido el municipio desde 1991, todos del PSM-BLOC-Més. En ese año Ca n’Andria acogió pruebas ciclistas por última vez, justo cuando el PSM de Mateu Morro entraba con mayoría absoluta en el gobierno municipal. Desde la llegada de los nacionalistas, sa Voltadora no ha parado de degradarse, bajo la indiferencia de sus alcaldes, en un municipio cuyos vecinos hacía tiempo que reclamaban ampliar las instalaciones deportivas y cuya población se ha duplicado desde el año 1991.
El PSOE de Antich tuvo el gesto, eso sí, antes de las elecciones de 2007, de firmar un convenio con el Consistorio, cediendo el uso de sa Voltadora por 50 años con el fin de construir instalaciones deportivas para los vecinos y poder hacer realidad la voluntad de las personas que en enero de 1936 empezaron este proyecto. Memoria que realmente se estaba cumpliendo hasta el 1991.
El motivo de que no se hayan hecho tales instalaciones es por la falta de aprobación de la normativa urbanística, en la que la alcaldesa Rosa Vich -Més- se comprometía en el Convenio de 2007. Sí, estamos en 2024 y no están aprobadas. De esto la responsabilidad no es del PSIB.
Dado el reiterado incumplimiento del Convenio por parte de la Corporación, y que, al parecer, el PSOE de Armengol no tiene la misma sensibilidad con la memoria histórica de Santa Maria que Antich, se pretende venderlo, expoliando el esfuerzo de esos santamariers del 36, ya que ese dinero del pelotazo no se revertiría en su pueblo.
Lo que no se entiende es el interés del alcalde Canyelles -Més- en no querer cumplir con el Convenio, que sigue en vigor; sería mejor destinar esos 350.000 euros a aprobar la normativa y a construir las instalaciones, permitiendo mantener la memoria histórica de las personas que impulsaron la iniciativa en el 36 y a satisfacer las reclamaciones vecinales actuales, y sin pelotazo, claro.
3 comentarios
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Es cert que el PSOE estatal titular legal de la Voltadora (No el PSIB), ha desconsiderat i menystingut als joves santamariers (de diferents colors polítics) que en temps de la II República dedicaren temps, doblers i esforç a comprar els terrenys i construir la Voltadora. Però ara tal com estan les coses legalment, per part del Ajuntament de Santa Maria, permetre que passi més temps i que el PSOE estatal finalment vengui la voltadora a un inversor amb ànim de lucre, per a que algú hi pugui fer un negoci de fabula, seria imperdonable. El PP de Santa Maria diu el que diu, pel fet d’estar a l’oposició. Si el PP governés a l’Ajuntament, segurament no hauria esperat tant a recuperar la voltadora pel poble i pagant el que demanava el PSOE estatal.
Acuérdate del Palma-Ruina. Éso si què fue Corrupción.
La izquierda y su manera de gobernar. No lo digo yo, lo dice el propio artículo.